Ciudad de México.- Sesión Ordinaria vespertina, en modalidad a distancia.

Con el permiso de la presidencia.

Honorable Asamblea.

Hoy la pluralidad representada en este Senado de la República está convocada para refrendar, validar y brindar legalidad, a través del proceso parlamentario, al único auténtico consenso alcanzado entre el sector público, el sector privado y el sector social, en los últimos dos años.

El dictamen que ha sido puesto a consideración de esta Honorable Asamblea da cuenta de los acuerdos construidos entre la representación gubernamental, la representación empresarial y la representación de las y los trabajadores en torno a un asunto de interés nacional: la subcontratación laboral.

Quizás sea por ello una propuesta única en su tipo, y precisamente por ello, el Grupo Parlamentario del PRI la respaldará con su voto favorable en lo general. Ojalá que todas las propuestas legislativas se generarán con el mismo espíritu constructivo, con la misma disposición a escuchar y a construir entre todos lo que es de importancia para la nación, ojalá todas tuvieran la misma legitimación.

Compañeras y compañeros, la regulación efectiva de la subcontratación es una cuestión del funcionamiento de la economía que se volvió asunto de Estado.

El perjuicio causado por el desvío de una forma de contratación de trabajadores, ha causado afectaciones generalizadas.

 La solución del consenso beneficiará también a todos los sectores involucrados en los procesos laborales.

Para el sector público, la aprobación del presente dictamen contribuirá al fortalecimiento de las finanzas públicas, a partir del cumplimiento efectivo de las obligaciones fiscales y de seguridad social por parte de las empresas.

Para el sector privado, se traducirá en certidumbre jurídica, que les permitirá mantener la subcontratación como una herramienta para responder con eficiencia a los retos y necesidades del proceso productivo en una economía globalizada.

Pero lo más importante es que para las y los trabajadores, esta regulación salda una deuda histórica del Estado mexicano, al garantizar el ejercicio efectivo de sus derechos laborales, independientemente de su esquema de contratación.

Porque, si bien es cierto que la subcontratación le permite a las empresas hacer más eficientes sus procesos productivos, facilitar el manejo del personal y el pago de impuestos, también es cierto que este esquema se convirtió en una salida fácil de algunas empresas para evadir sus responsabilidades fiscales, sus obligaciones en materia laboral y los compromisos con la seguridad social.

Una evasión que en los hechos, obstaculiza el goce efectivo de los derechos laborales para las y los trabajadores. Una evasión que se resume en una palabra: injusticia.

En la mayoría de los casos, estar contratado bajo este esquema significa tener menos salario, menos prestaciones e interrupción de la antigüedad.

El presente dictamen contiene disposiciones que transformarán, para bien, las condiciones labores de las y los mexicanos que se encuentran laborando bajo este régimen, pero sin que se utilice para aludir el sentido social de la legislación laboral de nuestro país.

En ese sentido, destaco el establecimiento de la subcontratación de servicios especializados, a fin de establecer las necesidades reales de las empresas para contratar temporalmente mano de obra calificada para una labor que requiere -por un cierto tiempo nada más- personal con una especialidad.

Así como la previsión de aplicar el monto que resulte más favorable al trabajador en la participación de utilidades.

La disposición de considerar como delito de defraudación fiscal el uso de esquemas que simulan la prestación de servicios especializados o realizar la subcontratación de personal sin haber justificación legal para ello, es otro de los puntos que debemos destacar en esta propuesta, o la responsabilidad solidaria por parte de las personas que subcontraten servicios con una contratista que incumpla con las obligaciones con sus trabajadores.

Compañeras y compañeros, si algo distingue a la buena política es la capacidad de concertar acuerdos para transformar positivamente la realidad cotidiana de las personas. El presente dictamen es resultado de esa buena política.

Con su aprobación, estaremos sentando las bases para transformar positivamente la realidad de miles de trabajadoras y trabajadores en todo el país.

Por eso, hacemos un llamado a refrendar el consenso que dio origen a esta propuesta, con la aprobación unánime en lo general del presente dictamen.