18/Oct/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Mayo 28 de 1928: Muere en Ciudad de México el exgobernador Porfirio G. González, un general revolucionario muy aguerrido. Nació en 1885 en el municipio de China y, a los 28 años de edad, en 1913, se sumó al general Lucio Blanco del ejército constitucionalista de Venustiano Carranza. Su presencia en el campo de batalla fue creciendo pues no sólo participaba en la región noreste, sino que ganó fama en las batallas de Veracruz, Puebla, y Celaya y León, Guanajuato. Esto le valió para ser ascendido a general de brigada, aunque posteriormente hubo de enfrentar un juicio militar por los cargos de insubordinación y abuso de autoridad en 1917, y por pillaje en 1919 siendo preso en la cárcel de Tlatelolco, pero pronto fue liberado y nombrado jefe de operaciones en Monterrey. En 1920, durante la Rebelión de Agua Prieta, nuestro paisano apoyó a los rebeldes, tomando Monterrey, y obligando al gobernador José E. Santos, a huir y exiliarse. Porfirio G. González ocupó el mando político y militar de Nuevo León el 13 de mayo y la cámara de senadores lo reconoció como primer mandatario del estado. Enfrentó una rebelión encabezada por el general Jesús Guajardo, supuesto asesino de Emiliano Zapata, así que Porfirio lo apresó y un consejo de guerra lo declaró culpable, siendo pasado por las armas el 17 de julio. También llevó a juicio al general Pablo González, que fue condenado a muerte, pero el presidente De la Huerta lo indultó. Porfirio G. González  González entregó la gubernatura a Juan M. García el 5 de febrero de 1921, poniéndose durante dos años a disposición del Ejecutivo federal, siendo comisionado y tomando como ‘distracción’ la organización del Cuerpo de Rurales de Nuevo León. intentó volver a ser gobernador en las elecciones de 1923, pero se inscribió Aarón Sáenz, y entre los tironeos políticos, se canceló el proceso y el Tribunal Superior de Justicia designó gobernador interino a Anastasio Treviño Martínez. Posteriormente Porfirio G. González fue de nuevo gobernador como consecuencia de una suerte de ‘empate’ político pues fue nombrado por un congreso amigo, en la Navidad de 1923, recibiendo el cargo de Treviño Martínez. El gobernador Porfirio G. González creó la Junta de Conciliación y Arbitraje; quedándose en el poder del Estado hasta el 16 de octubre de 1925, dejando sentado en la silla de gobernador, a Jerónimo Siller. A pesar de haber anunciado su retiro de la vida pública, Porfirio G. González continuó formando parte del Estado Mayor Presidencial.