Los automóviles nuevos son una maravilla. Muchos son híbridos -consumen electricidad y gasolina- y traen integradas cualquier cantidad de funciones con grandes comodidades, claro, si y solo sí el conductor usa teléfono celular.
Es lógico que quien pueda adquirir un auto nuevo sea alguien con recursos, y tenga un teléfono celular moderno, requisito sine qua non para disfrutar de las comodidades de los automóviles nuevos.
Porque vinculan el automóvil al teléfono celular y con éste se controla el encendido del motor, el clima, la recarga de comustible, la radio, el mapa de navegación con las calles y sus cargas vehiculares; el sistema de S.O.S., y casi todas las modernas funciones de los nuevos modelos automotrices.
Estos autos traen integrado un radar que registra el acercamiento de otro vehículo y avisa al conductor de alfún peligro, deteniendo bruscamente el movimiento hacia atrás del auto para evitar alguna colisión.
Pero todo esto es posible si y solo si se cuenta con un celular que re-envía las señales del sofisticado sistema de funcionamiento del carro al usuario del teléfono.
Ahora todo se hace con el teléfono celular. Los pases para abordar un avión y los boletos para entrar a los espectáculos. Para consultar los menús de los restaurantes, la compra de gasolina, la cita con el médico, la compra de medicinas y abarrotes… uf
Nuestra actual dependencia a las tele comunicaciones celulares es cada vez en mayor medida, mejor dicho, sin medida, por ello muchos jóvenes podrán descuidar sus tareas, sus familias, incluso a sus novias, pero jamás estarán lejos de su teléfono celular que a toda hora atienden. Y de las redes sociales, después hablamos.
Pero el colmo es que ahora se utiliza este aparatejo hasta ¡para conducir un automóvil!
¿Habrá vida después del teléfono celular?