08/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Julio 23 de 1859: Decreta el presidente Benito Juárez, desde el puerto de Veracruz, las leyes sobe matrimonios civiles, secularización de cementerios, supresión de comunidades religiosas y de tolerancia de cultos. Estos documentos públicos modificaron sustantivamente la vida del país, porque concretaron la separación de la Iglesia y el estado mexicano que, sumados a la llamada Ley Juárez que suprimía los tribunales y fueros militares así como los eclesiásticos, conformaron el marco legal conocido como Las Leyes de Reforma que arrebataron a la Iglesia la potestad de controlar los actos de registro civil, creando instituciones gubernamentales para brindar esos servicios.

Además con la conocida Ley Lerdo (que desde junio de 1856 desamortizaba los bienes eclesiásticos), se generaron tantas inquietudes que dieron inicio a la Guerra de Reforma o Guerra de Los Tres Años que abarcó desde 1858 a 1861, y en plena conflagración Juárez decretó lo que hoy recordamos en esta efeméride de hoy 23 de julio, de hace 164 años cuando desaparecieron las comunidades religiosas, como la franciscana, las hermandades, cofradías y demás organizaciones eclesiásticas confiscándoles sus bienes, para iniciar su mercadeo por ser tierras ociosas, intentando el fortalecimiento de las arcas del gobierno federal. Desde luego que el presidente Juárez cuyo gobierno estaba establecido en Veracruz, defendía la Constitución de 1857, de corte liberal. Ese mismo año -el 1 de diciembre de 1857- habían sido electos Ignacio Comonfort como presidente de la República, y Benito Juárez como ministro de la Suprema Corte de Justicia. Pero empezaron los problemas cuando Comonfort en zigzagueante actitud inició el Plan Tacubaya invitando a Juárez quien se negó a participar en él, por lo que fue encarcelado, pero Comonfort se cayó de la presidencia, entrando el general Félix Zuloaga, no sin antes liberar a Juárez. La República estaba partida a la mitad, de un lado los liberales que apoyaban los cambios, y por el otro los conservadores que los aborrecían. Esto propició que en 1861 iniciara la Intervención (invasión) francesa, pues la guerra había desangrado tanto al país, que obligaron al presidente Juárez a declarar la suspensión de pagos de la deuda externa. Mejor pretexto no habría para que Napoleón III enviara tropas a invadir para cobrar la deuda.