Febrero 1 de 1823: Se proclama el Plan de Casa Mata para derrocar al emperador Agustín de Iturbide. Antonio López de Santa Anna decide atacar frontalmente a Iturbide con el pretexto de que realizaba un mal gobierno y que se debía cambiar el régimen monárquico por uno republicano.
El nombre de Casa Mata se debe a que existía un depósito de pólvora ubicado a la salida del puerto de Veracruz, tierra de Santa Anna, en el cual se realizaron varias reuniones conspiratorias. Y para iniciar la revuelta, Santa Anna convenció a Guadalupe Victoria, consiguiendo las firmas de varios iturbidistas que traicionaron al emperador, como son: Luis Cortázar, José Antonio Echávarri y José María Lobato, entre otros.
Este Plan de Casa Mata decía que: 1.- Se reinstalara el Congreso que Iturbide en un arrebato había disuelto. 2.- que las provincias pudieran cambiar a los diputados que habían traicionado la voluntad popular, una especie de revocación de mandato. 3.- los diputados pudiesen fijar su residencia libremente. 4.- que el ejército jurara representar a la nación. 5.- que se le presentara el plan al emperador para que en su caso, lo aceptara o dimitiera.
Se consigue el objetivo pues Iturbide renuncia, pero eso no es el final sino el inicio de una serie de movimientos dramáticos que harían de nuestro país, un barril de pólvora que consume gran parte del siglo XIX.