Con tan diversos acontecimientos políticos, climatológicos, calificaciones y descalificaciones de los aspirantes a ser el futuro presidente de México, todos ellos, objeto de la atención nacional, en materia económica, casi pasa inadvertido para las autoridades de vigilar precios de las mercancías de consumo generalizado, la voraz re-etiquetación o cambio de precios frecuentes, por no decir casi a diario, de las diversas mercancías no sólo en los grandes almacenes de las empresas transnacionales, sino también, en los changarros más modestos, al grado de que una soda negra de 300 mililitros, ya casi alcanza los veinte pesotes, según comenta Paco, El Polaco.

 Y mientras los aspirantes a gobernar México se asignan a los procesos de selección, en consideración a sus “virtudes” cívicas, el pueblo pueblo pasa sed y hambre, no sólo de justicia, sino también sed física y hambre de lo mismo dado que, por ejemplo, tendrá que destinar un día de salario mínimo ($207.44) para comprar un kilogramo de carne para una botana familiar.

 Tortillas, salsas, tomates, cebollas y aguacates….son aparte Así, en negocios “para la pomada”, ¡un par de aguacates, contienen calidad de exportación!, alcanza el precio de 50 pesotes…y ¡SI NO COMPRA, NO MALLUGUE…!!!, tal y como advierten los mercaderes de los mercados populares.

 Y polaco cuestiona: ¿Vamos bien o nos devolvemos….?.