Cuando en julio de 1992 se fundó la Unión Europea  (UE) y los 27 países integrantes acordaron que la Comisión de la Unión Europea (CUE) y el Banco Central Europeo (BCE) impondría a las naciones “la política económica y la moneda única” (ver tratado de Maastrich), se agregó al Parlamento Europeo (PE) las función de “cole legislar” las decisiones de estos organismos y promover que todos los parlamentarios fueron electos  “por voto directo” de los ciudadanos de sus países y su número fuera de acuerdo al número de habitantes de cada nación.  Desde entonces, el Parlamento Europeo se dedica a únicamente agregar “enmiendas” a los Presupuestos Anuales que presenta  la Comisión de la UE  y el Consejo del BCE. Dichas enmiendas no podrán ir en contra del “marco financiero pluri anual” o del “plan financiero de la UE a largo plazo”;  como lo demuestra el caso del Plan Next Generation EU,  diseñado a 7 años para, supuestamente enfrentar los estragos de la pandemia Covid con más de 672 mil millones de euros. Tampoco pueden cambiar el “PACTO VERDE” impuesto por la UN y el BCU para destinar un 35% de esos recursos a los “bonos verdes” y financiar diferentes proyectos con esa orientación buscando la “neutralidad de carbono” de todo Europa para el 2050, es decir, eliminar el consumo de combustibles fósiles e imponer el predominio de las “energías renovables”, el gran negocio de las energéticas globales que los gobiernos nacionales tienen que patrocinar.   En todos estos proyectos el Parlamento Europeo ha servido sólo de la “cara democrática” de las decisiones de la EU y el BCE, como lo fueron durante la crisis de la deuda del 2010-2012, cuando estos organismos masacraron económica y financieramente a países como España, la propia Francia, Portugal, Grecia, etc. imponiendo sacrificios salariales, recortes del gasto público; el de la salud;  en las pensiones, etc.,  a sus habitantes a cambio de su “rescate” financiero. Dentro del Parlamento Europeo, los diputados ---705 en la actualidad y 751 antes del Brexit del Reino Unido—se organizan en base a “familias políticas”; siendo dominantes, especialmente en el caso de España, los diputados conservadores del Partido Popular (PP), vinculados, como se ha documentado mucho, a las empresas eléctricas como Iberdrola, Edesa, Repsol etc. que dominan Europa junto con bancos como  Santander o BBVA , en el caso de España. En este sentido, la UE, el BCE representan una regresión al periodo feudal donde los “eurócratas” de Bruselas ( así los denominaron los partidarios del Brexit en Inglaterra) al servicio de las familias bancarias y de las corporaciones , imponen a las naciones “hasta el 50% de sus leyes”, incluso tomando decisiones a nivel municipal;  igual que en el feudalismo y la edad media lo hacían los ejércitos y la burocracia de las familias como  los Hasburgo, los Fucker, los Venecianos, los Genoveses o los Rotchilds, dominaban Europa e intentaban dominar el mundo,  el Parlamento Europeo sólo sirve de tapadera  o de coartada “democrática” a las nuevas familias feudales y sus planes ayudando a someter a ellos, a las naciones  y a sus pueblos. 

 Saludos,  Benjamín Castro