18/Oct/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Julio 24 de 1783: nace en la ciudad de Caracas, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco, quien sería conocido como Simón Bolívar, un militar y político que lucharía por liberar gran parte de Sudamérica. Fue hijo del aristócrata Juan Vicente Bolívar y María de la Concepción Palacios, quienes migraron de La Puebla de Bolívar en Vizcaya. Huérfano desde niño, Simón Bolívar fue enviado a Madrid a estudiar, donde conoció a María Teresa Rodríguez del Toro, tres años mayor que él, y a los 17 años de vida, en 1802 ya eran marido y mujer. Por cierto, durante su viaje a España, hizo escala en México y conoció al virrey Miguel de Azanza. Regresaron juntos –Simón y María Teresa- a Caracas, pero ella enfermó y murió en enero de 1803, y en su dolor, Simón prometió no volver a casarse. Viajó por Europa y conoció personalmente a Napoleón y al varón de Humboldt. Regresó a Venezuela pero en 1808, la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII, le inquietó, y el reinado de José Bonaparte en España repercutió cuando el gobernador de Caracas recibe dos ejemplares de The Times, donde se explicaba lo sucedido. Simón Bolívar se puso inmediatamente a la cabeza de la lucha por la independencia, y el Cabildo  de Caracas se transformó en Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII, pero terminó firmando un Acta de Independencia de la Primera República de Venezuela el 5 de julio de 1811. Como Inglaterra era aliada de España en contra de Francia –de Napoleón- Bolívar fue a Londres a buscar apoyos y entendió que los ingleses buscaban quedarse con la plaza comercial de Venezuela. Y como Bolívar manejaba la diplomacia en forma natural, hizo que los ingleses presionaran a España para que Venezuela tuviera mayor libertad económica y política. España no cedió todo, iniciando un enfrentamiento que no iba mal en contra de la insurrección, pero el terremoto del 6 de marzo de 1812, descontrola a los venezolanos  y ganaron los soldados reales. Al reconocer que Bolívar realizó actos de valentía y liderazgo, los jefes peninsulares lo enviaron a la isla de Curazao, y de allí a Cartagena donde redactó el Manifiesto de Cartagena para emancipar a los habitantes de la Nueva Granada a no caer en el error de los venezolanos que perdieron la oportunidad de liberarse con la Primera República de Venezuela. 

Al principio, Bolívar estaba subordinado a un francés Labatut pero pronto lo rebasó y su nombre se volvió faoso. En 1813 regresó triunfante a Caracas pero en 1814, los españoles Morillo y Bobes, lo derrotaron y salió expulsado de Venezuela rumbo a Jamaica. Retornó en 1816 e inició otra revolución, con la que en 1819 obtiene el triunfo definitivo. Liberada su patria Venezuela, fue a Nueva Granada y en 1819 redactó en Angostura, una Constitución para la nueva República de Colombia que abarcaba además de Colombia, a Venzuela, Ecuador y Panamá, siendo su primer presidente, ya como La Gran Colombia. Después hace lo propio en Quito, sumando a José Antonio de Sucre, luego a José de San Martín, que había liberado Argentina y Chile, para planear cómo liberar Perú. San Martín lo abandonó por diferencias conceptuales y Bolívar se quedó al frente de la independencia de Perú. En 1825 se liberó esa región que se llamaba República de Bolívar, hoy Bolivia. Fue presidente al mismo tiempo de la Gran Colombia, de Perú y Bolivia, sólo que su forma autocrática de gobernar le dio poder pero al mismo tiempo, creó enemigos fuertes. Frente a las intrigas en su contra, renunció a todos sus puestos, y recluido en una vivienda modesta, en Santa Marta, Colombia, el 17 de diciembre de 1830, murió uno de los hombres más famosos del mundo. Simón Bolívar tiene estatuas, bustos y monumentos alrededor de la tierra y su nombre “apellida” a varias naciones sudamericanas, pueblos, plazas y calles de toda Latinoamérica. En Monterrey, existe un céntrico espacio llamado en su honor, Plaza Bolívar, así como una importante avenida que atraviesa buena parte de la Ciudad de Norte a sur y aloja las instalaciones de El Metro de Monterrey, L1.