07/Jun/2025
Editoriales

Después de Dios… los gringos

Ahora que China disputa el liderazgo a Estados Unidos vale recordar que, terminada la II Guerra Mundial, nuestro vecino era el adalid indiscutible del planeta.

 En esa época viví un tiempo en Tamaulipas, y no extrañaba a Monterrey porque el parecido entrambas entidades es grande. La explicación es que desde 1748, salieron del Nuevo Reyno de León -Monterrey, Cerralvo, Río Blanco, Linares, Valle del Pilón, Cadereyta, Sabinas y Pesquería grande- cientos de familias a poblar al Nuevo Santander, hoy Tamaulipas.  

 Tengo el vívido recuerdo de estar escuchando al Prieto (se me borró su nombre), un viejo trabajador de mi padre, de plática amena que divertía con anécdotas graciosas.

 El Prieto repetía un dicho en referencia a los norteamericanos y a todo lo que viniera de Estados Unidos, como superior e infalible, diciendo: “Después de Dios, los gringos”. Indiscutiblemente que es un gran país, pero de seres humanos falibles.

 

Error desde la Independencia

 

Estados Unidos tiene errores desde su declaración de Independencia, votada en julio de 1776, cuando sólo se abstuvo la delegación de Nueva York.

 En el papel oficial respectivo, llamado La resolución de Lee, se hace la suma de votos, a favor: 90 + 81 + 96 + 96, y el resultado: 383, siendo que el resultado es 363.

 Junto al documento hay una nota: “La suma incorrecta en la parte derecha inferior es un misterio”. Nadie habla de ello, pues se trata, como lo reconocen, de un error y punto.

 Si fuese en un documento mexicano de esa trascendencia, cuando menos circularían memes ridiculizando a nuestros próceres por no saber sumar.

 

Quien introdujo la cocaína a EU

 

Y hay otros muchos errores, como que el Gobierno de Estados Unidos (Retherfor B. Hayes, era el presidente) introdujo en 1879 una sustancia para tratar la adicción a la morfina: la cocaína, y el remedio salió peor que la enfermedad.

 

Error en alta mar

 

Un error grave fue cometido entre Estados Unidos y Gran Bretaña. En 1858 la Atlantic Telegraph Company tendió un cable telegráfico trasatlántico, saliendo de EU el buque Niágara y de Inglaterra el Agammnon. Ambos tendieron cable y se encontraron en el Atlántico pero al llegar se dieron cuenta que un cable estaba tejido hacia la derecha y el otro a la izquierda. Esto retrasó las comunicaciones por largos ocho años.

 

Invasión fallida 

 

En 1961 el presidente John F. Kennedy, decidió invadir Cuba para derrocar a Fidel Castro. Partieron 2 mil 400 hombres, 13 aviones, 16 bombarderos B-26, 5 tanques, 8 barcos, y cañones, pero equivocaron el sitio de desembarco, llegando a un pantano, donde fueron derrotados. 

 

El huracán Katrina

 

Seis años antes de que el huracán Katrina destruyera Nueva Orleans, el estado de Louisiana solicitó recursos para el mantenimiento de los diques para impedir la inundación de la ciudad, que se ubica en un nivel inferior al del mar y se los negaron.

 En plena inundación, la autoridad para el manejo de emergencias de Estados Unidos negó cinco autobuses para evacuar pacientes de los hospitales de Nueva Orleans, porque a la solicitud, le faltaban unos anexos.

 

Errores políticos

 

Podríamos seguir con errores políticos, como los cometidos con Anastacio Somoza (lo hicieron presidente de Nicaragua) y Osama Bin Laden (que entre 1979 y 1989 le entregaron 3 mil millones de dólares), dos “amigos” que terminan siendo enemigos.

 

Estados Unidos sigue peleando el liderazgo mundial 

 

Nadie puede dar por sentado que el liderazgo de Estados Unidos haya caído, pero los tiempos han cambiado y es claro que ahora tiene una fuerte competencia.

 Desde luego que también China, Rusia y cualquiera otra nación están llenas de errores, la diferencia estriba en la forma de corregirlos, dando el primero e indispensable paso que es reconocer que existen.  

 En el caso de nuestro país, desafortunadamente hay una gran resistencia para aceptar los errores que en muchos casos ya son horrores. Y lo peor es que se dice que el partido gobernante legislará no para corregirlos, sino para castigar a quienes los denuncien. 

 

Fuentes:

 

www.saber.ula.ve/bitstream/

 

123456789/17642/2/articulo9.pdf

 

www.monografias.com

 

Inventario de falsedades, Peter Villanueva Hering. 1998