Enero 4 de 1916: promete a sus seguidores de Querétaro el primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Don Venustiano Carranza -que hacía las veces de primer mandatario del país-, que la ciudad capital de ese estado sería por unos días, la sede de los poderes constitucionales de la República. A la hora de pronunciar ese discurso, Don Venustiano estaba departiendo en La Cañada -un bonito paraje cercano a la ciudad de Santiago, Querétaro-, además de con sus amigos, con los más conspicuos representantes de la alta sociedad queretana, que salieron gustosos del ágape.

Y Carranza les cumplió, publicando la convocatoria en octubre para elegir diputados federales el día primero de diciembre, los cuales sesionarían en el ahora “Teatro de la República”, llamado entonces teatro de Iturbide, donde se aprobó la Constitución General de la República Mexicana el 5 de febrero de 1917.  Esta Carta Magna fue la primera Constitución de corte social del siglo XX, siendo ejemplo internacional, y para los queretanos fue una distinción que Carranza, un ex gobernador de Coahuila, haya elegido a su entidad para este acto político de la mayor relevancia histórica.