Noviembre 23 de 1889: Aprueba el Congreso del Estado la iniciativa de ley enviada por el gobernador Bernardo Reyes, que exenta del pago de impuestos por un lapso de veinte años a las nuevas industrias que se instalaran, así como a las empresas de servicio público. Esto desde impactó en el desarrollo industrial del estado, pues desde la Cervecería Cuauhtémoc que se inauguró al año siguiente, hasta una década después, en mayo del año 1900, que abrió sus puertas la Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, y en 1909, abrió la Vidriera Monterrey. Estas empresas más la que ahora se llama Cementos Mexicanos cimentaron el desarrollo industrial de Monterrey, ciudad que llegó a considerarse la Capital Industrial de México, y construyeron la marca Monterrey, que es respetada por tirios y troyanos.
Sin embargo, estas no fueron las únicas empresas que aprovecharon el estímulo fiscal auspiciado por Don Bernardo Reyes, pero sí las primeras de gran calado a nivel nacional e internacional. A partir de ese momento histórico, Nuevo León ha sido una entidad con un alto nivel de vida, pues el desarrollo industrial trajo una gran bonanza económica por la derrama de inversiones que crearon empleos potenciando al Estado en todos los ámbitos. Hoy Nuevo León se ha diversificado en otras ramas de la economía, pero el número de parques industriales con equipamiento de primer mundo, le sigue dando una fuerte presencia nacional y sumados los prestigiados centros de estudios superiores más el auge del comercio y actualmente la cultura, el resultado es que vivimos en un estado con enorme prestigio internacional. Además el área metropolitana de Monterrey es ahora la segunda más poblada del país, y el imán mayor de México para las grandes inversiones extranjeras.