08/Sep/2024
Editoriales

¡Una mujer portando la banda presidencial!

La banda presidencial es una forma de presentación de la Bandera Nacional y en consecuencia, emblema del Poder Ejecutivo Federal, por lo que solo puede portarla el Presidente de la República.

Al término de un sexenio, como es el caso actual, el presidente que sale entrega la banda al presidente que entra.

Portar la bandera nacional en forma de banda personal significa que el portador es el mensajero de todos y, en consecuencia, lo pronunciado por el abanderado hace las veces de ley, pues se supone que un abanderado no puede mentir.

Estéticamente, portar la banda presidencial es una etiqueta que hace lucir muy bien al primer mandatario, sea hombre o mujer.  

Y este protocolo no es exclusivo de México, pues se practica también en todo Latinoamérica, en algunas naciones de África, como Guinea Ecuatorial y en Túnez.

En Europa también se acostumbra en Francia, y en otras naciones.

Fue Pedro María Anaya el primer presidente mexicano que en 1847 portó la bandera tricolor en el pecho durante los actos solemnes. A pesar de haber estado sólo un mes en el más alto sitial que mexicano alguno pueda tener, Anaya hizo esta aportación que continúa con vigencia, sobre todo a la hora de los informes presidenciales y, desde luego, en la ceremonia de cambio de los poderes federales.

Su llegada -de Pedro María Anaya- a la presidencia de la República, fue en calidad de presidente interino sustituyendo a López de Santa Anna, en plena guerra de invasión norteamericana.

Posteriormente, regresó del 12 de noviembre de ese mismo año al 8 de enero de 1848, y ejerció la presidencia desde Querétaro, aunque nada pudo hacer ya para detener el atraco que sufrió nuestro país en esa desdichada invasión.  

En México veremos por primera vez a una mujer enfundada con la banda presidencial, y esto nos motiva, como quisiéramos que también se motivaran los electores norteamericanos que apoyan la alternativa de votar también para que una mujer llegue a La Casa Blanca.