Directivos y académicos de diversas instituciones europeas comentaron las adversidades a las que se enfrentaron ante el encierro y la manera en la que se llegó a un consenso entre alumnos y docentes para adaptar los programas teóricos y prácticos.
La Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (FIME) organizó el Webinar “Estrategias y retos para afrontar la educación superior en ingeniería después de la pandemia” con directores de instituciones de educación superior en el área de ingeniería de España, Francia y Reino Unido.
El catedrático de FIME, Rafael Colás Ortiz, moderó la mesa. El webinar tuvo como invitados al Director de Programas de Posgrado en Metalurgia Avanzada y Materiales Aeroespaciales en la Universiada de Sheffield, en el Reino Unido, Eric Palmiere.
Los directivos platicaron las experiencias de cómo sus instituciones sobrellevaron la contingencia, el cambio a la educación en línea y la forma paulatina en la que los estudiantes han regresado a las aulas y laboratorios.
“La razón del seminario es inquirir a los colegas europeos como están viviendo esta pandemia, cómo tienen que lidiar con estudiantes y empresas, cual es su visión de cómo salir de esta pandemia”, comentó el moderador Rafael Colás.
España y Francia: conciliadores con trabajadores y alumnos
Para los doctores Fernando Castillo y Michel Cassir una clave para salir adelante con las clases en línea y el trabajo fue la conciliación que hubo entre trabajadores y alumnos de las instituciones.
“Son tiempos difíciles para la Universidad Castilla-La Mancha, colindante a Madrid, núcleo de la pandemia. Nos ha costado pero en la parte docente conseguimos sacar las clases teóricas; las practicas no, muchas fueron canceladas. Fue una conciliación con los estudiantes y maestros porque tampoco podíamos aumentar las horas de trabajo.
“El máximo inconveniente fue el trabajo práctico y los trabajos de grado; y el segundo, los sistemas de evaluación. Parecía sencillo pero la evaluación nos costó. No fueron los adecuados”, mencionó Castillo García.
“Estaba por acabar el ciclo a nivel ingeniería y la reanudación fue paulatina. Se privilegió a los doctorandos y pos doctorandos, a los investigadores. Los estudiantes de nivel teórico se quedaban en casa.
“Pudimos tener todos los hábitos de seguridad de manera correcta y la experiencia tuvo buena respuesta de alumnos, ya que querían salir adelante en sus estudios”, indicó Cassir.
Ambas instituciones llevaron a cabo cursos obligatorios para trabajadores sobre los cuidados que deberían de tener para prevenir el contagio del COVID-19 y esos mismos cursos fueron promovidos para los alumnos.
Ausencia de práctica
A pesar de que salieron adelante en la impartición de las clases teóricas, Eric Palmiere considera que faltó la experiencia práctica para los alumnos de esta generación.
“A partir de marzo cerraron las escuelas y eso impactó a los de carrera; las movimos a lo virtual. Lo más problemático fueron sus proyectos en metalurgia.
“Había experimentos que no se podían hacer y eso creó problemas que teníamos que superar porque ellos [los estudiantes] debían presentar sus reportes en tiempo y forma.
“Lo desafortunado fue que no pudieron tener toda la experiencia que debieron, para los que estaban empezando o a mitad de sus cursos fue sin el acceso a los lugares de prácticas. Hicimos lo que pudimos en línea con modelaje intentando usar sistemas computacionales para superar y llenar los espacios”. Eric Palmiere, Director de Programas de Posgrado en Metalurgia Avanzada y Materiales Aeroespaciales en la Universiada de Sheffield, Reino Unido
Detalló que los laboratorio abrieron en julio con medidas de seguridad completas. Aplicaron protocolos para que entraran con capacidad reducida y se expandieron las horas para que asistieran en secuencias separadas los alumnos.
El Webinar “Estrategias y retos para afrontar la educación superior en ingeniería después de la pandemia”, organizado por la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, formó parte de los eventos con motivo del 87 aniversario de la UANL.