12/May/2024
Editoriales

La política del garrote

El término "política del garrote" se ha utilizado históricamente para describir prácticas de gobierno en las que un líder utiliza una postura beligerante y agresiva como medio para obtener lo que desea o para imponer su voluntad sobre otros.

  Esta estrategia se basa en la idea de que, en lugar de utilizar métodos diplomáticos, negociaciones o acuerdos pacíficos, se decantan por la intimidación, la amenaza o hasta el uso de la fuerza para lograr los intereses propios. Es una estrategia muy socorrida por los gobiernos autoritarios y dictatoriales.

  Tanto en el estado de Nuevo León como en todo el país, los gobiernos han dejado a un lado las negociaciones políticas de altura para transformarse en políticos pendencieros, que recurren a la política del garrote cuando no pueden convencer a sus adversarios de hacer su voluntad; porque para ellos no hay visiones intermedias, sólo la visión del poderoso gobernante.

 La política del garrote ha sido criticada por promover la violencia y el conflicto en lugar de la cooperación y la resolución pacífica de disputas, lo que en lugar de obtener un acuerdo que permita avanzar a todas las partes involucradas, genera una peligrosa polarización social que desencadenarán nuevas tensiones y conflictos, los cuales se acumularán a los ya existentes, lo que gradualmente se transforma en una gran bola de nieve.

  Si no detenemos a tiempo esta política al más puro estilo neandertal, las heridas que dejará serán difíciles de sanar y las posibilidades de retomar la civilidad política, estarán cada día más lejanas.