"Wall Street está a cargo de Agentina (de nuevo)" fue el encabezado presuntuoso de un artículo del 8 de marzo en el servicio de noticias Bloomberg, y dos días después le dio seguimiento con otro en donde anuncian que "Argentina de regreso en el mundo de las finanzas" con la venta de bonos del gobierno por $1,250 millones de dólares.
Ahora que Argentina está gobernada por un títere de su propiedad, Mauricio Macri, Wall Street y Londres confían en que pueden saquear libremente al país a su antojo, ignorando bajo su propio riesgo al pueblo argentino y en particular al peronismo, tienen una larga historia de resistencia contra el imperialismo británico. De hecho, ya le están colmando la paciencia a los trabajadores ante los despidos masivos de los trabajadores estatales, la inflación incontrolable y los ataques contra algunos de los logros en ciencia y tecnología que más enorgullecen a los argentinos. El ex ministro de Finanzas, Axel Kicillof, entre otros, ha comparado el reciente acuerdo de Macri con los fondos buitre, en donde les ofreció ganancias escandalosas por los bonos que ellos compraron pagando centavos por cada dólar, con el nefasto préstamo depredador del Banco Baring de 1823 a Argentina, por la cantidad de un millón de libras esterlinas (del cual el país vio muy poco), cuyo único propósito era saquear la economía.
Bloomberg, sin arredrarse ante la realidad, se jacta de que "Wall Street está de regreso en el favor de la nueva Argentina y en grande", y se carcajea de que todo el gabinete económico de Macri, empezando con el ministro de Finanzas Alfonso Prat-Gay, esta formado por "alumnos" de JPMorgan, Deutsche Bank, Barclays, Morgan Stanley y Goldman Sachs. Macri, destaca maniaco, "ha cargado su gobierno con corredores, financieros, empresarios, economistas y ejecutivos de corporaciones". ¿Qué puede salir mal?
Macri asume que si se amarra con los bancos quebrados de Wall Street y el sistema trasatlántico en proceso de desintegración, va a quedar muy bien y va a poder garantizar la aprobación del Congreso de su acuerdo con los buitres. Pero las cosas no están tan suavecitas. El Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York denegó la decisión reciente del juez Thomas Griesa de revocar la prohibición que le prohibía a la Argentina pagarle a los acreedores buitres que se negaron a aceptar negociar con Argentina bajo Kirchner, lo que significaría que el gobierno no podría cumplir con el pago a los buitres antes del 14 de abril, por lo que el acuerdo se cancelaría.
Ni tampoco está garantizada la aprobación por parte del Congreso. Macri está tan desesperado que ha amenazado a los congresistas este fin de semana con que, si no aprueban el proyecto de ley necesario para que se le pague a los buitres, la única opción que quedaría es "austeridad e inflación".