08/May/2024
Editoriales

Atentado fallido contra Obregón

Los pleitos entre políticos no son algo nuevo en nuestro país. Por ejemplo, Álvaro Obregón y el presidente Venustiano Carranza, que habían hecho una mancuerna exitosa durante la revolución mexicana, por desacuerdos políticos se distanciaron, olvidando que Obregón fue el mejor aliado del coahuilense venciendo a sus enemigos como lo fue Francisco Villa, entre otros. 

Pero la política es la prolongación de la guerra y, por cierto conducto -el general Cejudo-, el presidente Carranza se enteró que Obregón conspiraba en su contra. Por tanto, AO se presentó en Ciudad de México en abril de 1920 ante un juez para declarar en un juicio que le seguían, pero su instinto le decía que debía escapar porque Carranza era capaz de detenerlo, así que planeó lo siguiente:

El 13 de abril de 1920 salió del hotel en su automóvil con chofer y un amigo, y al ver que lo seguían en otro automóvil y en varias motocicletas, seguramente por órdenes de Carranza, Obregón que llevaba puesto su sombrero Panamá que acostumbraba usar en la ciudad de México, viajaba en el asiento de atrás con su amigo. Ya sobre la marcha ordenó al chofer que acelerara para separarse un poco de los cinco motociclistas que alcanzaba a ver por el espejo retrovisor y en una vuelta saltó y se ocultó en unos arbustos, pero previamente le había dado su sombrero a su amigo para que pensaran que iba ahí aún. Así que sus “custodios” fueron siguiendo al auto por más de media hora, tiempo suficiente para que Obregón escapara rumbo a Iguala disfrazado de ferrocarrilero, y de inmediato proclamó el inicio de la revuelta contra Venustiano Carranza. 

Pasado un poco más de un mes -el 21 de mayo-, en Tlaxcaltongo, Puebla, Carranza fue asesinado mientras dormía en un jacal, cuando iba en camino rumbo a Veracruz. Desde luego que no se ha comprobado que haya sido por órdenes de Obregón, pero los chismes así lo señalan, incluso involucran a otros grandes revolucionarios que se encumbraron a la sombra del Grupo Sonora.

Fuente: Armando Ayala Anguiano “Madero, Huerta, Carranza, y Obregón” en Vide de los Gobernantes, Tercer tomo, de Calles a Salinas, México, Editorial Contenido, 1996, p. 221