08/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Enero 16 de 1826: nace en San Pablo de Labradores (Galeana), Nuevo León; Mariano Antonio Guadalupe Escobedo de la Peña, quien sería gobernador de Nuevo León, de San Luis Potosí, ministro de Guerra y Marina con el presidente Lerdo de Tejada, y héroe nacional. Su escolaridad fue exigua pero descubrió su talento militar durante una batalla contra indígenas bárbaros. A los veinte años se inscribió en el ejército para defender Monterrey de la invasión norteamericana con el grado de Alférez, tomando parte activa en los combates de Tenerías, Purísima, y Obispado, de la histórica Batalla de Monterrey, e igual sucedió en la Batalla de la Angostura en Coahuila. Tras la derrota mexicana, se retiró hasta que la Revolución de Ayutla lo convocara y en 1854 retornó a las armas en contra de Santa Anna, peleando en San Luis Potosí, Zacatecas y Nuevo León. Se incorporó al ejército de Santiago Vidaurri; construyó una Compañía en el municipio de Galeana, y se nombró Capitán de ella. Hizo equipo con Aramberri y el general Juan Zuazua, de quien aprendió estrategias militares. Participó en la Guerra de Reforma -ya como Coronel-, y llegó a enfrentarse al capacitado militar conservador, general Miguel de Miramón, mostrando Escobedo su crecido talento militar. En Irapuato fue derrotado por el general Adrián Woll, y regresó a sus actividades privadas en Galeana. Pero regresó a su vocación y como Escobedo ya no estaba con Vidaurri, fue a pelear al centro del país, ya con el grado de Comandante, siendo comisionado a Oaxaca en donde de nuevo se distinguió en los campos de batalla. En la invasión francesa, participó en la histórica Batalla de Puebla, y fue ascendido a General Brigadier. A las órdenes de González Ortega, defendió Puebla durante el sitio de los franceses, y al caer la plaza, fue hecho prisionero pero se fugó, y se reincorporó al Ejército Nacional, yéndose a Querétaro y a San Luis Potosí, hasta que se sumó al general Porfirio Díaz. La guerra contra los invasores franceses era dura y Escobedo se separó de Díaz contactando directamente a Juárez para informarle que se trasladaría a Davis, Texas, y allí se reunió con los coroneles nuevoleoneses Francisco Naranjo y Nicolás Gorostieta, con quienes atacó Laredo. Escobedo continuó creciendo en su carrera y la guerra, avanzando hasta que recibió el mando del Ejército Republicano en marzo de 1867 y cambiaron los papeles, pues el emperador Maximiliano, acosado por el ejército republicano, se refugió en Querétaro, ciudad que Escobedo sitió y el 15 de mayo de 1867 rompió el cerco para tomar esa fortaleza de Maximiliano a quien apresó y fusiló -por instrucciones directas del presidente Juárez- junto a los generales Miramón y Tomás Mejía. Al término de la guerra contra Francia, Mariano Escobedo inició una carrera en el servicio público que nadie hubiese imaginado debido a su escasa preparación académica. Fue Gobernador de los estados de Nuevo León y San Luis Potosí, presidente de la Suprema Corte de Justicia Militar, Diputado y Ministro de Guerra y Marina. A lo largo de su carrera militar participó en 147 combates importantes. Murió en Ciudad de México en mayo 22 de 1902, fue sepultado en la rotonda de las Personas Ilustres y su nombre se colocó en la sala de sesiones de la Cámara de Diputados con letras de oro. Un municipio de Veracruz y otro de Nuevo León (antigua Villa del Topo de los Ayala) llevan su nombre, así como el Aeropuerto, la Alameda de Monterrey, y numerosas calles de las ciudades y pueblos del país. Es un honor que el general Mariano Escobedo haya nacido en neustra tierra.