A María Elena, mi prima. Una guerrera.

Quien no ha vibrado con las estrofas de el “ Credo” de Ricardo López Méndez, compositor, locutor y poeta,  que desde la primaria nos lo enseñaron para que amaramos más a nuestra tierra: “México, creo en ti/ como en el vértice de un juramento/ Tu hueles a tragedia tierra mía,/y sin embargo ríes demasiado/ acaso porque sabes que la risa/es la envoltura de un dolor callado/“.

 Para que no pase inadvertida la fecha de su  partida, ahora que estamos pasando por una pandemia que ha costado muchas vidas, es importante recordar el origen de su autor,  para reivindicar aún más nuestro amor a México . Nació en Izamal Yucatán, el 7 de febrero de 1903, hijo de don Juan López Pacheco y doña Francisca Méndez Palma. Su primer poema hecho canción fue “Languidece una estrellita”, musicalizada por Ricardo Palmerín. En su poema Credo, nadie captó con más intensidad y patriotismo la grandeza y misterio de México. Alfonso Reyes refiriéndose al “Credo” decía: “En ese poema , la voz de López Méndez se convierte en voz de su pueblo y ejerce así su más alta función”. Perteneció al grupo “Esfinge” integrado por literatos yucatecos, entre ellos Alberto Bolio Ávila, quien le puso el mote de “Vate”.

 “México, creo en ti,/porque tu nombre se escribe con X,/ que algo tiene de Cruz y de calvario;/porque el Águila brava de tu escudo/ se divierte jugando a los volados/ con la vida y, a veces con la muerte”.

 Fueron muchos los poemas de Ricardo López Méndez que se hicieron canciones , se cuentan 150, sólo Gabriel Ruiz Galindo musicalizó 38, entre ellos “Amor, amor” y “Desesperadamente” y Gonzalo Curiel, “tu partida”. Hasta Agustín Lara musicalizó “”Puerto Nuevo” .

 El repertorio sentimental de López Méndez , forma parte de una cantidad de canciones que ignoran al autor de obras  inolvidables como “Nunca” ( “yo  sé que nunca, besaré tu boca”) “Golondrina viajera” y “Quisiera” musicalizadas por Guty Cárdenas y Ricardo Palmerín.

 Desde su fundación, trabajó como locutor en la XEW al lado de Pedro de Lille, Humberto G. Tamayo y Manuel Bernal, gran declamador cuyo poema Credo. (México, creo en ti) lo hizo famoso. Formó parte del programa “La Hora Azul” de Agustín Lara. Fue también empresario de la radiodifusión, fundando y dirigiendo estaciones en Tamaulipas, Yucatán y Quintana Roo.

 En el ámbito periodístico, escribió para el Diario de  Yucatán, El Universal Gráfico , Excelsior, El Nacional y Novedades. Fue Presidente de la Sociedad de Autores y Compositores de México, entre muchos premios, destacan la Medalla Yucatán (1967), Medalla Guty Cárdenas (1976), Presea El Monje de Oro de Rubén Darío en la República de Nicaragua. También en varios Estados encontramos su busto en bronce en parques y jardines tanto en la Ciudad de México , Yucatán y calles con su nombre en varias ciudades. Falleció en la Ciudad de Cuernavaca Morelos el 28 de Diciembre de 1989.

 “México creo en ti,/porque si no creyera que eres mío/ el propio corazón me lo gritara,/y te arrebataría con mis brazos/ a todo intento de volverte ajeno/¡sintiendo que a mí mismo me salvaba!”.