07/Sep/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 18 de 1848: Indignación por la firma del Tratado Guadalupe – Hidalgo. Las tropas del gobierno atacaron la fortificación del cerro del Cuarto, además de San Miguel, en el estado de Guanajuato, así como el cerro Tajado y Gritería. En este movimiento, el padre Jarauta fue apresado y fusilado; además, el ex presidente conservador y ex gobernador de Jalisco, Mariano Paredes, huyó para salvar su vida. Al día siguiente, el ejército del ex presidente Bustamante, viejo enemigo de Paredes –quien lo había derrocado de la presidencia junto con Santa Anna en 1841-, tomó la ciudad de Guanajuato. Todos estos enfrentamientos se dieron por este movimiento o alzada que nació el 1º de junio anterior, cuando en Lagos de Moreno, Jalisco, Mariano Paredes y el sacerdote Celedonio Domeco de Jarauta, se pronunciaron por la continuación de la guerra contra los Estados Unidos, pues la firma del Tratado Guadalupe Hidalgo, el 2 de febrero de 1848 era una rendición incondicional a ese país y no estaban de acuerdo con él. 

 

  Sin embargo, dos días después (junio 3 de 1848), el general José de Joaquín Herrera asumió la presidencia de México y al concluir la retirada de las tropas invasoras norteamericanas, reinstaló el 12 de junio el gobierno de la ciudad de México. Y en consecuencia, marcharon a Guanajuato los generales José Vicente Miñón y Anastacio Bustamante a sofocar el levantamiento de Paredes. Por este y muchos otros incidentes violentos, podemos concluir que México no fue derrotado realmente por Estados Unidos, la derrota de nuestro país fue realizada por los propios mexicanos que estábamos divididos y peleados todos contra todos. Mientras sufríamos la invasión, los generales mexicanos, divididos, peleaban el poder de lo que quedaba de nuestra sufrida nación. Si no entendemos esas lecciones, merecemos los males que nos aquejan hoy y los futuros que podrían ser mucho peores.