11/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Nace en Lampazos de Naranjo, Ernesto Zertuche González, quien sería militar, ingeniero, escritor e historiador. Hijo de Jesús María Zertuche y Soledad González, estudió su educación primaria en Lampazos y vino a estudiar comercio a Monterrey en la Academia Zaragoza. Luego se fue a Ciudad de México en donde se matriculó en el Colegio Militar en Chapultepec para estudiar ingeniería militar. Fue de los estudiantes que acompañaron al presidente Madero de Chapultepec a Palacio Nacional, y a su muerte, Zertuche renunció a su carrera para incorporarse a la lucha, bajo las órdenes de Pánfilo Natera. En la batalla de Zacatecas tuvo tan destacada actuación que le ascendieron a mayor, y se sumó a Felipe Ángeles combatiendo en Ramos Arizpe y en Monterrey, en donde fue ascendido a coronel. Fue preso en Celaya, pero escapó y fue nombrado teniente coronel, estando cerca de morir por las heridas que recibió en la batalla de Trinidad en Guanajuato, por lo que lo llevaron a hospitalizar a Laredo, Texas, en donde sanó, pero le quedaron secuelas que le impidieron volver a ejercer el oficio militar. Se regresó a Lampazos y dedicó tiempo a la ganadería así como a estudiar literatura en forma auto didacta, especializándose en historia, llegando a dominar la escritura con un estilo muy particular.

Por correspondencia estudió para ingeniero topógrafo y se recibió, sin dejar de producir sus geniales escritos desde 1924, como por ejemplo, su célebre prólogo del libro Lampazos, en 1934 del gran escritor lampacense Leopoldo Naranjo. De esta gloria de las letras, Zertuche escribió en la Revista Roel de septiembre de 1970 un exquisito texto en el que reproduce poemas inéditos de Don Leopoldo, como La Plegaria a la Patria, que escribió en momentos aciagos de la guerra civil, inspirado en la oración que el Redentor dictó a sus discípulos, y que inicia así: Padre nuestro que estás en los cielos, oye las quejas, los justos anhelos de un pueblo que sufre intenso pesar… Y de ahí en adelante, todos sus textos fueron exitosos, recibiendo cualquier cantidad de reconocimientos por sus obras: Los Caloca en la Revolución; Juan Ignacio Ramón; Lampazos, mi tierra hidalga, y muchas otras que le acreditan como un gran valor de las letras nuevoleonesas. Ernesto Zertuche murió en nuestra Ciudad, el 17 de noviembre de 1987, un año antes de cumplir un siglo de vida.