08/May/2024
Editoriales

La televisión, su ascenso y declive

Todavía hasta los años ochenta se decía que aquello que no hubiera salido en la televisión, no existía. Lo que se comentara en ese medio de comunicación era más creíble, incluso, que lo escrito en cualquier periódico. 

 Sin embargo, desde el inicio del presente siglo, el crecimiento de las redes sociales que utilizan el Internet es asombroso, tanto que inició una competencia real entre TV e Internet, triunfando por su versatilidad, la red y disminuyendo rápidamente la influencia y rating de la Televisión. Veamos, por cierto, su origen.     

 En el año de 1900, el ingeniero Constantin Perski fue quien acuñó el nombre de Televisión, durante el Congreso internacional de electricidad en París. 

 Esta palabra, televisión, viene del griego tele, que significa lejos, y el término latino visionem, acusativo de visio, que significa visión. 

 Sin embargo, desde 1884 el ingeniero alemán Gottlieb Nipkow ya había inventado un mecanismo giratorio con perforaciones que permitía la reproducción de las imágenes en forma ordenada. Pero ya después, entrando el siglo XX, el físico ruso Vladimr Zworykin y el ingeniero Philo Farnsworth aportaron  el Iconoscopio, una cámara de televisión, hasta que, en 1926 el ingeniero escocés John Logie Baird inventó lo que hoy se conoce como TV, un sistema que capta y transmite imágenes en movimiento. 

 Baird hizo aparecer el 26 de enero de 1926 ante un grupo de científicos la primera muestra pública de una pantalla en la cual una marioneta llamada Bill, con una resolución de 25 líneas permitía identificar el rostro del muñeco. 

 La BBC de Londres utilizó el invento de Baird en una primera transmisión el 7 de septiembre de 1927, tres años antes de que sucediera lo mismo en EUA. 

 En el periodo de entreguerras, los sistemas de televisión eran ya requeridos por muchos países convirtiéndose muy pronto en un símbolo de avance tecnológico y social. Las primeras imágenes a color también fueron logradas por Baird, el 3 de julio de 1928 utilizando los discos Nipkow pero cubriendo los agujeros con filtros rojos, verdes y azules. Posteriormente, en los años cincuenta, la primera televisión a color fue con el sistema NTSC (National Television System Committee). Sin embargo, fue un mexicano, el ingeniero jalisciense Guillermo González Camarena, quien dio la pauta para ello desde 1940 con su sistema tricomático secuencial de campos (STSC), y después su Sistema Bicolor Simplificado. 

 Como era de esperarse, su sistema revolucionó al medio científico mundial y mientras en México la fábrica Majestic –de Emilio Azcárraga- producía televisores con este sistema, en el resto de las naciones desarrolladas se hacía con los otros sistemas. Cuando sobreviene el accidente mortal donde muere el inventor mexicano, Televisa titubea ya sin el apoyo del “ingeniero Camarena” y adopta el sistema internacional de transmisión de imágenes a color debido a la proximidad de los Juegos Olímpicos en México. 

 A partir de ese magno evento, la televisión fue la reina de los medios de comunicación en el planeta, hasta que llegó el Internet masivo en la década de los años setenta, y comenzó a competir ventajosamente con la TV, por lo que pronto le arrebató el primer lugar de preferencias entre los jóvenes, principalmente. 

 En este siglo, la competencia entre la TV y las redes sociales que funcionan por medio del Internet, se decantó en favor de estas últimas, porque la facilidad de comunicarse activamente desde los dispositivos celulares, con sonido e imagen, dejó muy atrás a la televisión que, ahora, utiliza el Internet para transmitir sin mayores instalaciones su programación.

 

 Nuestra generación de mediados del siglo XX no imaginó ver el ascenso de la televisión y su descenso, pero igual vimos el nacimiento del Fax y su desaparición. Seguramente la TV seguirá existiendo, pero ya no será lo que fue antes, pues su sistema corresponde a un esquema de comunicación ya superado.