09/May/2024
Editoriales

Celia Treviño Carranza

Considerada la mejor violinista infantil de México y Latinoamérica, orgullosamente regiomontana, niña prodigio que a los 7 años debutó como solista en Nueva York. Sobrina nieta de Don Venustiano Carranza y prima del piloto aviador Emilio Carranza . Nació el  jueves 28 de abril de 1912, hija de la soprano lírica Celia Carranza Cepeda y Ángel Treviño Zambrano. Fue integrante de la Orquesta Típica de la Ciudad de México. Llegó a presentarse en España, Francia, Inglaterra, Alemania, Italia y Egipto,  actuó en el Palacio del rey Farouk I donde fue galardonada.

 Su formación musical la recibió en Nueva York por los destacados músicos Mauricio Kaufman y Ovide Musin, el reconocido violinista Jasha Heifetz, el maestro vienés Fritz Kreisler así como por el “genio” Leopold Auer, reconocido mundialmente.

  Aparte de ella, la familia la formaba Gloria María Liberata, la mayor, nacida el 17 de agosto de 1909,  y su  hermano llamado cariñosamente Tito nacido el 16 de mayo de 1915. Su madre se casó a los 15 años, obedeciendo la elección que hicieron sus padres, vino la separación,  teniendo que irse a vivir a San Antonio Texas. En 1918, su madre perdió la voz después de un recital que ofreció y al salir, la lluvia le destruyó las cuerdas vocales, el golpe más duro que le dio la vida. Esa tragedia hace regresar a la familia a México donde inscribe a sus hijas, una, Gloria a estudiar piano y a Celia violín. Allí comenzó una exitosa carrera por el mundo que llegó a considerarse como el “Primer violín femenino de América”.

  La contrataron los empresarios Hermanos Rodríguez para debutar en Monterrey y fue recibida con honores teniendo un gran éxito, con llenos donde se presentará por la edad y la forma de tocar el violín. Recorrieron la República hasta llegar a la Ciudad de México y debutar en el Teatro Ideal, situado en la calle de Dolores con un éxito total. Tocaría también en el Conservatorio Nacional que dirigía Eduardo Gariel. Toda la prensa hablaba de “la niña sublime”. Las noticias llegaron hasta el Presidente de la República Don Venustiano Carranza, tío abuelo de la niña a la que invitó a tocar al Alcazar del Castillo de Chapultepec, dejándolo sumamente impresionado. Allí mismo, dio instrucciones al Secretario de Hacienda, Adolfo de la Huerta de mandarla a estudiar a Nueva York,  con una beca de 200 dólares mensuales y otra igual a su hermana Gloria para continuar sus estudios de ballet clásico.

  Volvería varias veces a Monterrey y recibiría homenajes por parte del Centro Artístico Musical y por la XET que organizaron un festival que obtuvo récord de llamadas ya que se transmitió desde sus estudios, formaron parte del festival  la señora Sofía Villarreal de Zambrano y destacados artistas regiomontanos.

 Mujer incansable, seguiría viajando por todo el mundo, Argentina, Perú, y todas las Islas Caribeñas donde todavía la recuerdan. Su arte, también lo disfrutó Centroamérica, Honduras, Costa Rica, El Salvador y Guatemala. En Colombia triunfó y fue aclamada. En todos los países la recibían los presidentes para admirar su talento.

 Su vida personal matrimonial fue de fracaso en fracaso, por su edad, sus parejas se aprovechaban de ella explotándola y algunas veces sufriendo maltrato físico. En Cuba, tuvo que intervenir el Embajador para rescatarla de un maniático que la golpeaba. Pero siempre se levantaba y volvía a triunfar por su talento y fuerza de carácter. Procreó a una hija Cristi Trevi ( nombre artístico) que llegó a triunfar como soprano y actuar con María Callas en Bellas Artes en la obra “La Traviata” en tres actuaciones.

 Pasarían años para que su hija Cristina Trevi triunfara en Monterrey con la obra “Bohemia” en la parte de “Musetta”. El comité organizador lo formaban Francisco Treviño, Antonio L. Rodríguez y Roberto Silva. El vestuario era de Bellas Artes. Tiempo después, el 30 de junio de 1956, moriría de una enfermedad pulmonar a punto de estrenar su ópera de Mozart , este fue un duro golpe para Celia.  Cristina estuvo casada con Adolfo Girón, también músico, tuvieron un hijo que luego se haría famoso, “Fito Girón”, que amenizaba un programa en Televisa llamado “Fiebre de sábado”.

 En resumen, la vida de Celia Treviño Carranza “la niña prodigio”, fue una vida llena de turbulencias . Ante el éxito artístico, sus encuentros y desencuentros a muy corta edad. Tuvo tiempo de escribir sus memorias en un libro muy bien escrito y lleno de recuerdos “Mi atormentada vida”(1958),además escribió  “Rimas sinfónicas” (1949), que valdría la pena reeditar y “Su majestad el violín” (1965). 

   Falleció en México el 25 de mayo de 1982 a los 73 años,  pobre y en el olvido, en varias ocasiones solicitó al Gobierno una pensión sin obtener respuesta .“Dame valor señor para contemplar mi barco insignia enormemente vacío, porque he quedado sin voz de mando y sin órdenes que dar, sin cargamentos de alegrías y sin mi muy armados pasajeros”.