Junio 12 de 1864: Llegan a la ciudad de México Maximiliano y Carlota. Mientras el presidente Benito Juárez deambula por el país evadiendo a los pérfidos invasores, el matrimonio imperial de Maximiliano de Habsburgo y la emperatriz Carlota arribaron a la capital mexicana donde fueron recibidos con júbilo por los conservadores y el ejército francés, pero con reservas de la población en general, pese a que estaba amenazada con recibir castigo si no vitoreaba a los nuevos monarcas europeos cuando pasaran por sus casas.

El 29 de mayo anterior había atracado en Veracruz la fragata Novara, que trasladó desde Europa al feliz matrimonio real. En el trayecto de Veracruz a México, la pareja se detuvo en varias ocasiones para conocer algunas pintorescas poblaciones que se encuentran en ese itinerario, y la última que visitaron antes de llegar a México, fue Cholula. Al salir de la iglesia de Cholula, en la cual asistieron a misa, de pronto se aparecieron cientos de autos con los ricos de México que habían ido a darles la bienvenida, una especie de comité de recepción de lujo. Muchos de ellos llevaron sus caballos finos -los elegantes charros mexicanos- vestidos ridículamente al estilo europeo. En las crónicas de este acontecimiento social que cimbró a los altos niveles socio económicos, se subraya que no fue ningún representante de la embajada norteamericana, señal clara de que Estados Unidos no estaba de acuerdo en que Francia dominara México. La lectura es que los celosos vecinos del norte temían que el ejército francés estuviera tan cerca de ellos.