Octubre 24 de 1941: muere en Lima, Perú, el laureado educador neoleonés Moisés Sáenz Garza. Nacido el 16 de febrero de 1888, en el Mezquital, Apodaca, en el hogar del ranchero presbiteriano Juan Sáenz, Moisés creció junto a diez hermanos más, entre los que estaba Aarón, que fue después un destacado militar y político quien llegaría a ser Gobernador de Nuevo León.
Moisés, siendo niño aún, se mudó a Monterrey para estudiar en el Colegio Civil, y luego trasladarse a la ciudad de México, donde estudió en la Preparatoria presbiteriana de Coyoacán. Después se tituló de profesor, en la escuela Normal de Jalapa, para, posteriormente, irse a estudiar a las universidades de Jefferson y Washington, donde se especializó en Ciencias Químicas y Naturales. Pero ni con toda esa carga académica estaba satisfecho, así que se fue a la Sorbona de París a hacer post grados de su especialidad. Después, en Estados Unidos obtuvo el título de Doctor en Filosofía por la Universidad de Columbia. Ya con semejante preparación académica –adelantada para su época- comenzó su carrera en la enseñanza como director de educación en Guanajuato y posteriormente en el Distrito Federal. Fue director de la Escuela Nacional Preparatoria y luego de la Escuela de Verano de la Universidad Nacional Autónoma de México. Catedrático de filosofía en la Escuela Nacional de maestros, cuando fue nombrado Oficial mayor, después subsecretario y posteriormente encargado del despacho de la Secretaría de Educación Pública. En su paso por la mayor institución educativa, Moisés Sáenz obtuvo grandes méritos pero él sólo disfrutaba siendo el creador de la educación a nivel secundaria del país, en el año de 1925. Además del educativo, le atraía el tema del indigenismo, así que investigaba y escribía de ello, hasta que fue nombrado presidente del Comité de Investigaciones Indígenas. Su talante de hombre estudioso le abría siempre nuevas e inéditas responsabilidades como las del sector diplomático en donde fue embajador de México en Perú y ministro de México en Dinamarca. En 1940 fue nombrado director del Instituto Indigenista Interamericano. Empero, al desempeñarse como embajador de México ante la República de Perú, murió en Lima, el 24 de octubre de 1941. Cuatro décadas después -en 1981-, sus restos fueron inhumados y trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres de la Ciudad de México. Moisés Sáenz Garza nos legó una gran obra escrita, como: “Some mexican problems”; “El sistema de escuelas rurales en México”; “Reseña de la Educación pública en México”; “La educación rural en México”; “The mexican situation discussed”; “Carapan”; “México íntegro”; y “Perú, joyas, telas y cerámica”, entre otros textos.
En nuestro estado se le recuerda cada año en el municipio de Apodaca entregando la Medalla al Mérito Moisés Sáenz Garza a las personas físicas o morales con amplios reconocimientos de integridad, honestidad y ética, valores que en vida llevó nuestro biografiado a su máxima expresión. El joven alcalde de Apodaca, César Garza Arredondo, presidirá hoy a las 8:30 horas el 83 aniversario luctuoso en la Plaza El Mezquital, de Apodaca. En Monterrey, una de las más importantes escuelas secundarias lleva orgullosamente su nombre.