Octubre 4 de 1857: aprueba el Congreso Constituyente del estado, la Constitución del Estado de Nuevo León y Coahuila. Este cuerpo colegiado había sido convocado por el gobernador Juan Nepomuceno de la Garza y Evia, pero cuando votaron la constitución, el gobernador ya era de nuevo Santiago Vidaurri.
Hoy se cumplen exactamente 167 años de la creación del enorme estado que sumaba a las dos entidades -Nuevo León y Coahuila- con capital en Monterrey. Este logro fue gracias al empuje del gobernador Santiago Vidaurri, y el documento de marras consagraba los mismos principios liberales de la Carta Federal.
Porque desde el 12 de febrero de ese mismo año el Congreso Constituyente Federal, presidido por Valentín Gómez Farías, con la anuencia del presidente Ignacio Comonfort, había votado en la Constitución Política Federal de 1857 la creación del Estado de Nuevo León y Coahuila.
Al triunfo del movimiento liberal de Ayutla en contra de la dictadura de Santa Anna, se estableció en esta constitución federalista de 1857 la separación de la Iglesia y el Estado, consagrando las garantías individuales, estableciendo el juicio de amparo y, para comenzar, restableciendo la soberanía de los estados, incluyendo a este nuevo Estado de Nuevo León y Coahuila.
El primer presidente de la revolución de Ayutla fue Juan Álvarez, que no tenía más pretensión que el establecimiento del liberalismo, y cumplido su objetivo, declinó en favor de Comonfort -un liberal moderado- quien consideró la constitución demasiado radical y trató de no publicarla; fue declarado traidor y depuesto, lo que abrió la puerta del Palacio Nacional al presidente de la SCJN, Benito Juárez que asumió la presidencia de la República.
La nueva Constitución Federal generó graves problemas a la nación: La Guerra de Reforma entre conservadores y liberales, en la que los estados gobernados por conservadores apoyaban fiscalmente al ejército conservador y los estados dominados por liberales al ejército de Juárez. La excepción era el estado de Nuevo León y Coahuila que no tributaba a nadie, generando otro problema con el gobierno de Juárez, pero no explotó precisamente por la guerra de Reforma (1857-1864).
Sin embargo, las exiguas finanzas federales no permitían pagar las deudas externas por lo que vinieron a cobrarlas con tropas España, Inglaterra y Francia. De ellas sólo Francia se quedó para invadir el país y aprovechó para imponer a un monarca al que apoyaban los conservadores que no aceptaban su derrota en la Guerra de Reforma. Empezó la intervención francesa con batallas en varios lugares y llegó después el austriaco Maximiliano de Habsburgo como emperador de México dándole forma a otra guerra de invasión que duró de 1862 a 1867.
Juárez requería para el sostenimiento del ejército los aranceles cobrados en la frontera nuevoleocoahuilense. Pero Vidaurri se negó a enterarlos; Juárez disolvió el estado de Nuevo León y Coahuila en 1864, regresando a sus formas originales el estado de Nuevo León y el estado de Coahuila. Además declaró traidor a Vidaurri, quien tuvo un final trágico. Sin embargo, aunque ya no existía el estado de Nuevo León y Coahuila, su constitución siguió funcionando en el estado de Nuevo León hasta 1874.