11/May/2024
Editoriales

Julio 03 de 1879: Nace en Lampazos Antonio I. Villarreal, quien sería maestro, revolucionario y gobernador de Nuevo León

 

Julio 03 de 1879: Nace en Lampazos Antonio I. Villarreal, quien sería maestro, revolucionario y gobernador de Nuevo León. José Antonio Villarreal González, aprendió sus primeras letras en su pueblo, de donde salió a San Luis Potosí, a estudiar en la Escuela Normal de SLP; y a los veinte años de edad vino a Monterrey a matricularse a la Normal del Estado, titulándose en 1901. Ya venía politizado, pues había asistido a reuniones que llevaron a fundar el Club Liberal Camilo Arriaga, dela que Antonio I. Villarreal era secretario.

   En esas reuniones estaban también Ricardo Flores Magón, Antonio Soto y Gama, y Juan Sarabia, personajes que influirían mucho en su futuro político. Su carácter era duro, viéndose involucrado en peleas personales entre las cuales en una de ellas asesinó a otra persona siendo encarcelado pero liberado por la intercesión del gobernador Bernardo Reyes, quien hizo el favor al padre de Villarreal. Sin embargo, eso no le impidió ser el redactor del periódico “Regeneración” contrario a la línea porfirista y reyista. Acompañó a loa hermanos Flores Magón a los Estados Unidos en donde son apresados en una redada acusados de violación a las leyes de neutralidad. Fueron puestos en libertad y cuando estalló la revolución mexicana, Villarreal de enlistó en las fuerzas de Madero entre las cuales estaban su primo Pablo González Garza, y sus amigos Eulalio Gutiérrez y Lucio Blanco. Se distanció de Flores Magón y participó en combate en donde se distinguió por su valentía, lo que le valió para ser ascendido a coronel. Con la presidencia de Madero, Villarreal inició siendo cónsul general de México en España, y allá se casó con Blanca Sordo Arzate, pero inmediatamente se regresó a México porque se enteró del crimen contra madero. En 1913 Villarreal ya estaba en el ejército constitucionalista participando con esa bandera en combates en Nuevo León y Coahuila.

  En abril de 1914, Villarreal entró a Monterrey encabezando al ejército carrancista y ocupó al mismo tiempo la gubernatura del estado y la comandancia militar de Nuevo León. Su breve gobierno fue suficiente para realizar demostraciones de su pensamiento antirreligioso pues demolió la Iglesia de San Francisco y “fusiló” todas las imágenes sacras que estaban en ese templo. Su ideología izquierdista le llevó a enfrentarse con los propietarios de la Cervecería Cuauhtémoc, hasta que en octubre de 1914 fue nombrado presidente de la Convención de Aguascalientes. Enviado por Carranza estableció contacto con Zapata para ver la posibilidad de que se sumara al carrancismo pero Emiliano nunca aceptó.

  Buscó la posibilidad de ser presidente de México, pero se le adelantó Eulalio Gutiérrez y no le quedó otro remedio que regresar a gobernar Nuevo León (esta circunstancia se repite actualmente con el gobernador Jaime Rodríguez quien regresó a gobernar luego de perder la presidencia de la república). Derrotado por Felipe Ángeles que comandaba fuerzas de Villa, huyó a Estados Unidos, donde estuvo hasta que estalló la rebelión de Agua Prieta que, triuunfante, se desempeñó como secretario de Agricultura a las órdenes del presidente Adolfo de la Huerta. Ratificado en el puesto por Álvaro Obregón, fue el encargado del reparto agrario, sin embargo, tuvo problemas por su carácter con el equipo de de la Huerta y se exilió. Regresó y en tres oportunidades fue candidato a la presidencia de la República, y fue senador por Nuevo León. Antonio I. Villarreal murió a los 65 años de vida en la ciudad de México el 16 de diciembre de 1944. Sus restos están en la Explanada de los Héroes, en la Macroplaza de Monterrey.