07/Sep/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 13 de 1817: Es hecho prisionero el ilustre regiomontano fray Servando Teresa de Mier, por los realistas -tropas de Joaquín Arredondo- en el fuerte de Soto la Marina, en Nuevo Santander, hoy Tamaulipas, en donde Mier se encontraba en la lucha por la Independencia nacional. El Padre Mier formaba parte de la expedición libertaria encabezada por el guerrillero español Francisco Xavier Mina –cuyo nombre real es aún motivo de controversias-, que había llegado a México el 21 de abril anterior para incorporarse a la lucha de libertad nacional. Padre Mier fue llevado a la cárcel de la Inquisición de México en donde estuvo recluido tres largos años, tiempo que aprovechó para escribir ‘Apología y Relación de lo Ocurrido en Europa hasta octubre de 1805’, texto conocido después como ‘Memorias’, y su continuación, como ‘Manifiesto Apologético’, que redactó en la fortaleza San Juan de Ulúa, a donde fue llevado en espera de ser trasladado a España, formando parte del legado literario e ideológico de esta gran figura nacional. En el camino de La Habana a España, como solía hacerlo, se fugó yéndose a Filadelfia y luego a Nueva York, lugares en los que continuó escribiendo textos que hoy son clásicos e históricos y declarándose partidario de un gobierno republicano, contrario al imperialista como el que en esos momentos tenía nuestro país. A su regreso a México, fue diputado por Nuevo León al Congreso Constituyente, siendo encarcelado de nuevo y posteriormente liberado. Sus aportaciones a la filosofía, literatura y a la política nacional son invaluables y así se le reconoce en todas partes. La vida del Padre Mier es novelesca y rica en anécdotas hasta después de muerto, pues se cuentan historietas y leyendas de sus restos momificados.