Noviembre 16 de 1910: Presenta la Embajada de México en Estados Unidos una denuncia oficial al Departamento de Estado norteamericano contra Francisco I. Madero, quien había huido de la cárcel en San Luis Potosí el día 6 de octubre, y estaba viviendo en Texas. Esto lo hace apoyando al régimen de Porfirio Díaz, aduciendo que las pruebas de las actividades revolucionarias de Francisco I. Madero son muchas y pueden exhibirse: 100 rifles y 5000 cartuchos decomisados en la casa de uno de sus amigos; además una proclama suya incita a la rebelión al ejército federal; nombramiento de gobernadores provisionales, cartas donde pedía préstamos y otras más.
La internación de Madero a Texas por vía Laredo había sido denunciada desde el 19 de octubre por el cónsul norteamericano en ciudad Porfirio Díaz, hoy Piedras Negras Coahuila, quien informó a la Embajada norteamericana: “Si Madero cuenta con la mitad del entusiasmo y del dinero que la gente le atribuye, podemos esperar cosas muy importantes dentro de poco”. A estas alturas, era inminente el estallido de la revolución mexicana, que en su primera etapa oteaba la bandera de la democracia. Continuaremos con esta historia.