30/Jun/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Junio 12 de 1864: Llegan Maximiliano y Carlota a la ciudad de México. Mientras el presidente Benito Juárez deambulaba por el país evadiendo a los pérfidos invasores, el matrimonio imperial de los Habsburgo arribaban a la capital mexicana donde fueron recibidos con júbilo por los conservadores y el ejército francés, pero con reservas de la población en general, pese a que estaba amenazada con recibir castigo si no vitoreaba a los nuevos monarcas europeos cuando pasaran por sus casas. El 29 de mayo anterior había atracado en Veracruz la fragata Novara, que trasladó desde Europa al feliz matrimonio. En el trayecto de Veracruz a México, la pareja detuvo su carruaje y escolta en varias ocasiones para conocer rápidamente algunas pintorescas poblaciones que se encuentran en el camino, y la última que visitaron antes de llegar a México, fue Cholula. Al salir de la iglesia de Cholula, en la cual asistieron a misa, de pronto les sorprendieron cientos de autos de los ricos de México que habían ido a darles la bienvenida; una especie de comité de recepción de lujo. Además apareció una gran cantidad de caballos finos que elegantes llevaban a cuestas a sus dueños -charros mexicanos refinados- pero que vestidos al estilo europeo, hacían tremendo ridículo ante la pareja imperial y la gente que los vio disfrazados. Entre varios datos interesantes que las crónicas registran de este acontecimiento social que cimbró a los altos niveles socio económicos, resalta el de la embajada norteamericana, que brilló por su ausencia en la fiesta de bienvenida, lo cual indica que desde entonces, Estados Unidos no estaba de acuerdo en que Francia dominara México. Las lecciones de la historia deben servirnos para aprender que no debemos dividirnos, los mexicanos no somos de dos categorías, todos somos compañeros de alegrías y tristezas. Si una parte del pueblo pudo derrotar al mejor ejército del mundo, como se consideraba el francés, imaginemos de lo que seremos capaces si nos unimos.