La crisis a la que me refiero puede definirse como "de expectativas políticas" y se refiere al estado de ánimo
de los neoleoneses: El que tenían en mayo y junio del año pasado, comparado con el que tienen ahora. El
anterior era un hartazgo profundo con la aparentemente inacabable e irradicable corrupción de nuestros
gobernantes y sus paniaguados, tanto a nivel estatal como federal. Como consecuencia, el hecho de que un
político, que se autodenominó "independiente" y que tenía una muy buena trayectoria como alcalde de Cd.
García, se atreviera a retar al manido esquema partidista, levantó grandes expectativas, por lo que más de un
millón de ciudadanos se volcaron a votar para gobernador a Jaime Rodríguez Calderón, derrotando así a los
candidatos del PRI y del PAN.
El estado de ánimo actual es el de muchas dudas y profunda desorientación sobre qué hacer al respecto: Las
dudas sobre cómo juzgar la actuación de Jaime Rodríguez después de casi cinco meses de gobierno, son las
siguientes de más a menos malas: a) Todo fue una burla urdida y maquinada por el PRI; b) No fue burla, pero
al señor, simple y sencillamente, la faltan capacidades, conocimientos y tamaños para resolver los
"paquetazos" que le heredaron; y c) No le faltan tamaños, pero en vez de concentrarse en estudiar, conocer e
ir resolviendo los tremendos problemas que heredó, "se le subió" el triunfo y se dedicó más a hacerse
propaganda para "la grande", que a enfrentarse y trabajar duro en los problemas locales.
Para resolver el problema de la desorientación de la ciudadanía, creo que el camino es evidente: Por presión
de todos los organismos ciudadanos, más aquellos miembros del Congreso local dispuestos a cumplir con su
cometido, presionar e investigar al Gobierno, hasta ir encontrando cuál de las tres posibilidades refleja mejor
la realidad: a) Si todo fue una burla, entonces Jaime Rodríguez quedaría desenmascarado como un seductor
del pueblo y, por tanto, un enemigo político y, entonces, habría que buscar a otro líder que lo desbanque y
que enarbole la bandera del pueblo. b) Si el problema es faltas de capacidades y tamaños, eso puede tener
remedios, aunque sean parciales, porque lo más importante es la buena voluntad de hacer las cosas: Lo demás
puede suplirse en alguna forma, aunque, claro, los asuntos se irían resolviendo más despacio. c) Si se trata
sólo de falta de atención y "alocamiento" entonces sólo se requiere que acepte de buena fe esa flagrante
realidad y se dedique, en cuerpo y alma, a enmendarla. Si acepta con humildad y hombría este camino,
entonces habría que darle toda la ayuda ciudadana que requiera, siempre y cuando todo se maneje con
transparencia y rectitud.
Es muy importante que esta crisis de expectativas en Nuevo León se resuelva pronto y bien, es decir de
acuerdo con lo que encontremos que sea la realidad, ya sea ésta mala, no tanto o menos, pues todos los ojos
del país están puestos en este "experimento político", como lo demuestra la nueva y magistral propuesta que
acaba de lanzar Jorge G. Castañeda, de ir sentando las bases para tener un solo candidato independiente para
la campaña presidencial de 2018. Pero si resulta que el experimento de Nuevo León resulta fallido, pues
entonces también se oscurece el panorama nacional. Así que la última llamada de la ciudadanía neoleonesa
para don Jaime Rodríguez Calderón, creo que debería decir algo así: Lo que importa más que nada, señor, es la
buena voluntad, clara e impoluta, porque con eso todo tiene remedio y sin eso no hay avance ni construcción
¿Buena voluntad para qué? Para buscar el bien común y no los intereses personales o de grupito. Así de
sencillo exponerlo y así de difícil cumplirlo, señor Gobernador, porque ese camino recto implica muchas
dificultades y peligros y su única recompensa sería la honra y fama que con ello se ganaría.
Atte.- JVG.- 24-02-16