Desde el fin de la 2ª Guerra Mundial en 1945 la Alianza EUA –GB- Francia que pronto se agrando con los tres
Ex -enemigos ya democratizados, Alemania Occidental, Italia, más países intermedios y Japón, se convirtió en un bastión de la democracia liberal en la “Guerra Fría” o “Ideológica” contra el Comunismo Soviético. Después del derrumbe de la URSS en 1991, se habló hasta del “Fin de la Historia” con el triunfo definitivo de la democracia liberal, la cual pronto llevó al mundo a la Globalización.
Sin embargo, 25años después en 2016, El Primer Mundo empezó a da muestras de una tendencia hacia el egoísmo nacionalista y populista, detectado primero en la Gran Bretaña, con su deseo de salirse de la Unión Europea, y luego en los EUA, al elegir como Presidente a Donald Trump, quien asumió el papel de ser el vocero de la resentida clase media blanca, por su pérdida de muchos negocios pequeños y de buenos empleos en las grandes compañías, causadas por el rápido avance tecnológico e informático, que ellos achacaban a los inmigrantes tercermundistas y a los países con los que comerciaban.
Con Rusia, China, Turquía, Irán, Polonia y Hungría convirtiéndose en “democracias” autoritarias y la Alianza EUA- Europa Occidental debilitándose, el mundo parece estarla dando la espalda a la Globalización, con el consiguiente daño al comercio multilateral y, desde luego, al intercambio de ideas.
Por otro lado, el enorme poderío económico de China, que con la construcción de nuevas carreteras y ferrocarriles en Asia y una red de nuevos puertos financiados por ellos, abre el camino para un nuevo polo ideológico, que debilite la influencia “occidental” en el Tercer Mundo.
¿Qué debe hacer México al respecto? Parece que ya dio un paso muy bueno al firmar un proyecto de de acuerdo comercial bilateral con EUA, haciendo relativamente pocas concesiones. Parece que sigue por buen camino al insistir en que sea trilateral e incluya a Canadá, como el anterior TLCNA.
El cometido difícil y muy necesario caerá sobre la próxima Administración de AMLO, de atenerse a una pol+itics de sano crecimiento económico, con los incentivos necesarios para qué las inversiones se hagan en los lugares donde más se requieran oportunidades de mano de obra, e incentivar los avances tecnológicos e informáticos, sin malgastar fondos
Públicos en Pemex y CFE y en dádivas excesivas.
Atte.- JVG.- 04-09- 18.