Como suele decirlo el presidente AMLO; la política se hace con PRINCIPIOS y con SUERTE. Podría ser que algún personaje tuviera grandes principios pero no suerte y , entonces, su causa no triunfará. También podría ser al revés. Que este personaje tuviese mucha suerte y nada de principios. Pero en el caso de AMLO a su gobierno lo está favoreciendo la SUERTE. Cómo lo explicó él mismo en su escrito, de finales del 2020: “Las Enseñanzas de la Pandemia”, el COVID 19 vino a precipitar la crisis del llamado "modelo neo liberal" y a causar una descomposición del orden global impuesto a partir de las reformas de 1971, cuando R. Nixon eliminó el sistema de Bretton Woods que dio crecimiento y estabilidad al mundo entre 1945 y principios de los 70s y optó por el sistema de “tasas flotantes” y libre especulación. Ese derrumbe causó también el rompimiento de las "cadenas mundiales de suministros", impuestas como parte de la “globalización” y el método del “just on time”, como ya se ha dicho tanto en los últimos meses. Por esa razón, la industria que estaba ubicada en Asia, miles de empresas americanas, europeas y, por supuesto Chinas o Coreanas, buscan ahora, "ponerse cerca" ( NEARSHORING) del mercado de Estados Unidos. México, sobre todo en la región norte del territorio les ofrece esa ventaja. Así que están llegando acá en parvadas o multitudes.
De ahí la llegada de Inversión Extranjera Directa (IED) en los últimos meses y de ahí una buena parte de los miles de empleos que se están creando. No son lo mejor. No significan desarrollo o avances tecnológicos para México pero, junto con el robusto MERCADO INTERNO, sobre todo en los servicios y el consumo; creado por los programas sociales y la REDISTRIBUCIÓN DEL INGRESO que hacen, están apuntalando el crecimiento económico, el crecimiento del famoso PIB. AMLO corre con mucha SUERTE. Le cayó una "bendición" después del desastre de la pandemia!. Este fenómeno se puede usar también, si se quiere, o si ya la “voluntad política”; para apuntalar un proceso de desarrollo industrial, científico y tecnológico verdadero para el país, emulando lo que hicieron China o Corea del Sur después de los 70s cuando Occidente decidió auto hundirse y caminar hacia la “sociedad post industrial. Esos países asiáticos y muchos otros, emprendieron en esos años , el camino que ya había recorrido occidente para industrializarse. Procurar el “know how” tecnológico que las empresas occidentales llevaron a su región; construir obras de infraestructura como trenes, puertos, hospitales, universidades, presas, etc. con la “derrama económica”, por la vía de impuestos, salarios, etc. que esas empresas de Europa y EU llevaban a sus países. Hay una oportunidad así ahora para México. Tiene mucha suerte AMLO.