Hoy recibimos la alentadora noticia --por decirlo de algún modo --, de que sólo hubo 145 contagios y 25 muertes por Covid-19 en NL en las últimas 24 hrs.; después de que el 26 y 27 de enero los contagios llegaron a 1085 y 1090 y las muertes a 56 y 58 respectivamente. En esos días nadie nos daba esperanza, y menos fecha, para ocurriera algo así.
A nivel nacional, ayer reportaron 5962 contagios. Un 34% de lo reportado en los días pico como el 20 de enero cuando se reportaron 20,548 contagios en todo el país.
En los Estados Unidos ocurre algo similar. The New York Times reporta hoy al Dr. Anthony Fauci, el encargado de coordinar la lucha contra la pandemia en EU bajo el gobierno de Donald Trump, diciendo que en febrero el número de contagios diarios osciló entre 60 y 70 mil casos, mientras que en el mes de enero osciló entre 200 y 260 mil casos diarios. Nos llegan reportes similares de diferentes países de América Latina y del mundo y en términos generales, la OMS y el Hospital John Hopkins de Boston, reportan que si bien el 20 de enero se reportaron 1 millón 723 mil contagios en el mundo, para el 6 de febrero ya se reportaron sólo 460, 906 contagios, ayer, 6 de marzo, se reportan 436,657. Nadie ha querido dar una explicación contundente sobre el fenómeno. Las medidas de restricción no explican la situación puesto que estas han sido intermitentes. Es decir, se cierran comercios y negocios unos días o semanas y la pandemia baja, luego se vuelven a abrir y la pandemia rebrota. Así se la pasó el mundo entero durante todo el 2020. Hoy parece ser resultado de otra cosa. Quizá los 150 millones de vacunas que se han aplicado en el mundo. Pero esas vacunas se han aplicado de manera muy desigual. Los EU y China han aplicado a su población 83 de esos 150 millones. Así que el resto del mundo sólo ha recibido 67 millones de vacunas. Quizá, afirman algunos, la “inmunidad de rebaño” ya se está dando. Es decir, la gran cantidad de contagiados han generado anti cuerpos en los no contagiados aunque eso haya costado casi 3 millones de muertes hasta hoy. Otros, los que creen en las “teorías de la conspiración” --como le llamó la CIA a toda aquella explicación que implique la acción de grupos de poder económico o político –pensarán que el Covid-19 es un virus creado y controlado diseñado para acabar con la credibilidad de Donald Trump y del líder chino Xi Jinping para sacarlos del poder. Si esto fuera cierto, sólo les funcionó en el caso de Donald Trump. Debe haber una explicación científica para esta baja de la pandemia.