15/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Noviembre 10 de 1960: muere en París, Francia, el educador y médico oftalmólogo Pedro de Alba, organizador de la Universidad de Nuevo León. Nació en San Juan de los Lagos, el 17 de diciembre de 1887 y estudió en su tierra natal sus primeras letras y, cuando llega al nivel de bachillerato, se fue a estudiar al Instituto de Ciencias de Aguascalientes. Su generación fue muy rica en talento, pues sus compañeros fueron: Ramón López Velarde, Manuel M. Ponce, Saturnino Herrán, Jesús Díaz de León y los hermanos Pani, entre otros. Se tituló de Médico Cirujano en la Escuela Nacional de Medicina en 1914, especializándose en oftalmología.

Ejerció su carrera a la par del periodismo hasta que ingresó a la política llegando a ser electo Diputado en 1920 y Senador en 1922, así como Senador de nuevo en 1952 por el estado de Aguascalientes. Fue director de la Facultad de Filosofía y Letras, así como de la Escuela Nacional Preparatoria de la Universidad Nacional de México, de 1929 a 1933. Su prestigio como un director serio le valió ser designado Coordinador del Comité organizador de la Universidad de Nuevo León por encargo del secretario de Educación Federal,  Francisco Bassols.

La fecha del fallecimiento del doctor De Alba tiene dos versiones: el día 10 de noviembre y el día 1º de noviembre de 1960, tal vez se deba a la forma de la abreviatura moderna pues ambas llevan el número uno y el ‘cero’ pudo confundirse con una ‘o’. En su natal Aguascalientes y en la Ciudad de México, se le recuerda con su nombre en sendas calles, además en la ciudad de Encarnación de Díaz, Jalisco, a la Casa de la Cultura se le bautizó también con su nombre. En Nuevo León se le recuerda con cariño por haber hecho posible la fundación de nuestra máxima Casa de Estudios Universitarios, la ahora Universidad Autónoma de Nuevo León, y en su honor lleva su nombre la importante vía que enlaza las avenidas Manuel L. Barragán y Alfonso Reyes, conectando al Estadio Universitario con ambas, dentro de la Ciudad Universitaria. Su obra literaria incluye: Fray Bartolomé de las Casas, padre de los indios (1924), De Bolívar a Roosevelt, democracia y unidad de América (1949), A la mitad del siglo XX (1957), Ramón López Velarde. Ensayos (1958) y Viaje al pasado. Memorias (Guadalajara, 1958). Pedro de Alba se suma a la lista de jaliscienses que han apoyado mucho a Nuevo León: Gonzalitos, Bernardo Reyes, y otros.