El gobierno de Enrique Peña Nieto ha optado por el canibalismo económico interno como respuesta a la caída de los precios del petróleo, mediante el recorte del gasto público, especialmente el de inversión física, y la imposición de más impuestos a las familias, las empresas y negocios en general.
Tantos los recortes como los impuestos en condiciones de bajo crecimiento e inversión representan un simple saqueo de los ingresos de las familias y empresas que para solventarlos tienen que reducir su consumo o su inversión y actividad. Dado que el la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) cayó de los 106 dólares el barril en el año 2010 a 90 dólares durante el 2013 y el 2014 y para después desplomarse hasta 38 dólares a principio del 2015, el nivel que todavía conserva; y dado que , por lo tanto, la parte del presupuesto federal que representan los ingresos petroleros pasó de ser un 40.7% a finales del 2012 a solo un 13,3% en abril de este año; el gobierno ha decidido tomar el camino de la canibalización de la economía nacional y por lo tanto del suicidio político y la destrucción de la economía y la sociedad mexicana.
El gobierno de Peña Nieto ha aplicado recortes al gasto público de 124 mil millones de pesos (mdp) en el 2015; un recorte de 124 mil mdp mas otra cantidad semejante no especificada claramente, en este año 2016, y se propone un recorte inicial de 175 mil mdp en el 2017, cifra que según el centro Espinoza Iglesias podría llegar a ser de 300 mil mdp. Esos recortes son aplicadas con mayor rigor en el rubro de "inversión física" en donde en el 2013 recorta un 7.9% y este año 2016 ya recortó un 19.8%. Como lo han dicho diferentes organismos empresariales, la caída en la inversión del gobierno en proyectos como carreteras, puentes, edificios, infraestructura en general hace que las empresas se inhiban de invertir generando un círculo vicioso o una curva exponencial hacia abajo en el crecimiento del país.
Como resultado de esto, los pronósticos del crecimiento para el PIB nacional han bajado desde el mentiroso 3.7%, a solo un 2.2% en los últimos reportes de organismos empresariales o del FMI, es probable que ese porcentaje sea menor. Mientras tanto, el gobierno ha aumentado la recaudación de ISR de finales del 2012 a abril del 2016 en un 57.3%, y del IVA en un 16.7%. En el primer caso el aumento de la recaudación anual fue de más de 200 mil mdp y que provienen de empresas pequeñas y medianas principalmente puesto que las grandes empresas no son castigadas de esa forma pues no pagan impuestos en su mayoría. Por supuesto, todo esto representa menos inversión y menos empleo. Esta lógica caníbal que está llevando al país a una ola de delitos del "fuero común" o robos por hambre y a nuevos niveles de violencia y criminalidad.