Si la orientación actual de las potencias del Atlántico no cambia en diciembre del 2018, cuando un nuevo presidente se ciña la banda presidencial, asumirá el mando de un país en bancarrota y en medio de una profunda depresión económica y un sistema financiero global en bancarrota. Sin embargo, y hay que decirlo y difundirlo, México cuenta en su historia con una figura que en febrero de 1932, frente a la gran depresión de la economía de EU y mundial, diseñó una salida hacia el crecimiento económico desplazando a la “corriente deflacionista” de Luis Montes de Oca (fundador del ITAM) y de Manuel Gómez Morín fundador del PAN; basada en el CREDITO NACIONAL no bancario para promover la expansión de la economía, adelantándose , y hay que decirlo, en más de un año a su amigo el presidente Franklin Delano Roosevelt; tomando las medidas necesarias para que una nación , en este caso México, no fuera destruida por el derrumbe del sistema financiero internacional. Antes que eso, en el periodo 1923-26, Alberto J Pani dio sustento financiero al programa de la Revolución Mexicana con la creación del Impuesto Sobre la Renta, el Banco de México y el Banco de Crédito Agrario, además de una vasta obra de caminos e irrigación en todo México. En los dos casos A. J Pani realizó tres medidas simultaneas: 1).- Proveer al Estado de recursos suficientes para impulsar y darle forma al desarrollo económico; 2),- Eliminar el gasto público parasitario de la casta militar y burocrática superior generando superávit y 3).- reduciendo los montos dirigidos al servicio de la deuda. Estas tres medidas generales deben asumirse hoy como principios generales para ser aplicados en diferentes circunstancias históricas para salvar a la nación de un muy posible caos o de su desintegración.
EN QUE CONSISTE EL CREDITO NACIONAL NO BANCARIO
Los académicos definen a Alberto J Pani como un “keynesiano antes de Keynes” ( J M Keynes adquiere “fama” a partir de 1936 al publicar sus Principios Generales con un prólogo en donde apoya a Adolfo Hitler y su política económica); o como un ministro que tomo “medidas contra cíclicas” simplemente por su incomprensión e ignorancia de la concepción económica que Pani o FD Roosevelt representaban en los años 30s: El Sistema Americano de Economía creado por Alexander Hamilton, primer secretario del Tesoro de los EU; Henry Carey, asesor económico del presidente Abraham Lincoln o Federico Lizt, el creador de la Unión Aduanera de Alemania y combatientes frontales de la “doctrina cosmopolita” del liberalismo inglés de Adam Smith. Pani fue sobrino nieto del gobernador liberal de Aguascalientes Jesús Terán (1855-57) e hizo sus primeros estudios en el Instituto Científico y Literario de ese estado. El gobernador Terán fue enviado por el presidente Benito Juárez a Europa como embajador y representante personal del presidente en 1863 a explicar a las potencias “los lobos de Europa” -- como les llamaba Juárez ---, el porqué de la moratoria a la deuda aplicada por su gobierno a partir de 1861. Terán y otros como Francisco Zarco (escritos sobre la Convención de Miramar 1864) combatieron abiertamente la “economía reaccionaria” o liberalismo inglés. Es bajo esta concepción, “anti deflacionista” y “anti inflacionista” que Pani pudo hacer, a partir de febrero de 1932, (cuando fue designado por Plutarco Elías Calles como secretario de Hacienda del gobierno de Pascual Ortiz Rubio después de que Pani, desde Europa donde fungía como embajador, formulara una crítica por escrito a el “plan Calles” de los “deflacionistas” Luis Montes de Oca y Manuel Gómez Morín y advirtiera de sus resultados), ante una situación que Eduardo Suarez su colaborador y después secretario de Hacienda con el presidente Lázaro Cárdenas describió así: “ La escases de dinero era grande; las transacciones comerciales se habían reducido a un mínimo y las rentas federales habían caído rápidamente al grado de que el gobierno debía a los empleados públicos varias quincenas…”. Suarez agrega: “Para remediar tan crítica situación y principalmente las penurias del gobierno federal que amenazaba convertirse en un serio problema político…se reanudó la acuñación de plata, prohibida por la reforma monetaria de julio de 1931 (el “Plan Calles” de Luis Montes de Oca y Gómez Morín) y prescrita por la de marzo de 1932 (la reforma monetaria de Pani). Se aprovechó, cuando menos en buena parte, en favor del erario, la diferencia entre el valor del metal y del peso acuñado…y se dispuso así de recursos para pagar a los acreedores del tesoro y principalmente a los empleados públicos. Monetariamente, el aumento del stock circulante alivió la tensión que se hacía sentir con carácter de gravedad”.
Según explica Alberto J Pani en sus libros y otros autores lo reconocen; desde de 1927, -año en que Pani deja la SHCP-, hasta 1931 prevaleció en las decisiones la corriente “pro cíclica” o “deflacionista” como le llama Pani y Manuel Gómez Morín había convertido al Banco de México en un “competidor” de los bancos privados a los cuales les desplazó de los negocios, en lugar de cumplir su rol de BANCO UNICO EMISOR , regulador monetario y proveedor del crédito para el desarrollo económico.
La primera decisión de Pani fue la de NO DESTINAR AL FINANCIAMIENTO DEL DEFICIT EL EXCEDENTE PRODUCIDO POR LA ACUÑACION DE MONEDA, sino usarlo de apoyo para respaldar la emisión de dinero en billetes como forma de crédito.