Las tres denuncias más importantes sobre los ataques británico-saudíes en contra de Estados Unidos que se acaban de hacer públicos (el informe Chilcot, las "28 páginas" del informe del Congreso sobre el 11-S y el informe sobre Servicios Financieros de la Cámara de Representantes sobre los crímenes del HSBC) se siguen combinando para generar un impacto de peso en la situación de Estados Unidos.
Entre estos, el arresto "sorprendente" y el proceso judicial entablado hoy en contra de dos banqueros relativamente altos del HSBC. Las acusaciones son manipulación fraudulenta de los valores de divisas, así como también uso inapropiado de su conocimiento de las cuentas en divisas extranjeras de los clientes, haciendo una "inversión ventajista" con esas cuentas.
La investigación del Departamento de Justicia lleva ya cuatro años, ¡y durante dos ha estado en el limbo! Pero de repente, el martes, Mark Johnson, el director global del mercado en efectivo de divisas extranjeras en Londres del HSBC, fue arrestado en el aeropuerto JFK de Nueva York cuando intentaba salir del país. Está detenido en la cárcel de Brooklyn y el miércoles tiene que presentarse ante un tribunal. Según el noticiero Bloomberg, "Estados Unidos presentó cargos en su contra y en contra de Stuart Scott, el antiguo director de compraventa de divisas en Europa del banco, que los convierte en los primeros en ser acusados en esta investigación prolongada". Scott está en el Reino Unido y se necesitará pedir su extradición.
La investigación se ha prolongado tanto que "en septiembre del 2014, el entonces procurador general Eric Holder dijo que él esperaba que se presentaran cargos en contra de varios individuos en cuestión de meses".
El informe sobre el HSBC de la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, dado a conocer el 8 de julio, dejó en claro que funcionarios y agencias británicas, entre ellos el ministro de Hacienda George Osborne y la Agencia de Servicios Financieros (FSA), intervinieron para proteger al HSBC de lo que deberían de haber sido acusaciones mucho más severas, como lavado de dinero de carteles narcotraficantes con conexiones terroristas y colaboración con un banco saudí para hacerlo. Lo esencial lo había aportado el informe del 2012 de la Comisión Permanente del Senado sobre Investigaciones.
Fue la intervención británica, según encontró el informe de la Comisión de la Cámara de Representantes, lo que llevó a Holder a afirmar que el HSBC se escapaba de ser procesado debido a que, si se intentaba ponerle fin a las operaciones del banco en el hemisferio occidental, se podría desatar un crac generalizado de todo el sistema bancario.
Ahora, justo 12 días después de que se diera a conocer el informe, por fin se presentaron cargos penales en contra de ejecutivos relativamente altos de este banco criminal, o de cualquier otro banco de Londres o Wall Street.