Junio 3 de 1915: Pierde (la primera vez) el general Álvaro Obregón su brazo en un combate contra los villistas cerca de Celaya, Guanajuato, a causa de un ‘granadazo’. Exactamente fue en la Hacienda Santa Ana del Conde, de León, y lugar inmediato a Celaya, en donde Obregón se enfrentaba con Pancho Villa y de ahí sale su apodo de ‘El Manco de Celaya’. Esta pérdida marcó al futuro presidente de México, electo en dos ocasiones, porque la anécdota es que perdió el mismo brazo en dos ocasiones.

Se dice que la mano cercenada en un frasco con formol inexplicablemente llegó a Sinaloa, y el médico Enrique Osornio -quien la había amputado- la recuperó y se la envió al general Obregón. El general Francisco Serrano comentó que el frasco donde se conservaba esa parte del brazo se la robó una prostituta, según versión del doctor Felipe Ávila, director del INHERM. La otra versión es de Héctor de Mauleón, quien afirma que Osornio la encontró, no en Sinaloa, sino en un burdel que estaba por la avenida Insurgentes, y que Serrano se la dio a nuestro paisano Aarón Sáenz, secretario particular de Obregón. La carrera militar de Obregón es de respeto, pues participó en muchas batallas y entre sus triunfos están las celebradas contra Zapata y Villa, a quienes derrotó en varias ocasiones.