En el discurso inaugural del Noveno Congreso Internacional de Gas y Energía 2016, celebrado el 16 de agosto en la ciudad boliviana de Santa Cruz, el vicepresidente del país, ílvaro García Linera, anunció abiertamente que su país invierte hoy en diversas formas de producción de energía, e intenta hoy "unirse a la carrera de producir energía de la fusión nuclear".
Bolivia, explicó, es poseedora del 40% de las reservas mundiales de litio, del que se extrae el isótopo de tritio para la producción de la fusión nuclear. Por lo tanto, dijo, Bolivia puede convertirse en "¡la Arabia Saudita del tritio para producir energía mediante la fusión nuclear!". Por lo menos durante 15 años no vamos a generar ingresos de esto, dijo García, pero ésta es una "revolución tecnológica" en la que Bolivia participará, informó el servicio de cables EFE el 17 de agosto.
En el pasado, el gobierno de Bolivia ha usado el foro del Congreso de Energía y Gas para presentar el compromiso de Bolivia, y su derecho a desarrollar y aplicar nuevas tecnologías. Hace dos años en la clausura del Séptimo Congreso Internacional de Gas y Petróleo, el 21 de agosto del 2014, García Linera se refirió implícitamente a Prometeo cuando afirmó que "la energía nuclear es el fuego de los siglos 20 y 21. Es el fuego que nuestros ancestros tenían hace 20,000 años, que les permitió desarrollar filosofía, ciencia técnica, cultura, agricultura... Si el conocimiento del átomo es el fuego sagrado de los siglos 20 y 21, hoy una sociedad que se respete, y nosotros nos respetamos, no puede permanecer en la periferia, y no vamos a quedarnos en la periferia".
En el discurso de este año, aseveró que la fusión nuclear, a pesar de que aún no se usa con propósitos comerciales, es segura para el medio ambiente. Bolivia, agregó, tiene la intención de participar en cada uno de los foros internacionales y en cada uno de los centros de investigación internacionales que estén investigando la fusión nuclear, informó el diario La Razón el 17 de agosto.
En términos más generales, García anunció que en los próximos nueve años, el gobierno proyecta una inversión total de $56 mil millones de dólares, de fuentes tanto privadas como del sector estatal, para desarrollar una gama de proyectos energéticos, construcción de su industria petroquímica, expansión de la exploración y producción petrolera y construcción de hidroeléctricas, así como también proyectos de energía alternativa, incluida la energía nuclear.