El mismo Adrián de la Garza lo dijo cuando anunció el alza de 25% en el impuesto predial en noviembre: “Necesitamos demostrar capacidad recaudatoria” para que la federación –dijo- nos envíe pronto nuestros recursos. Claro, Adrián no dijo que el municipio tiene una deuda de más de 2 mil millones de pesos (mdp), la segunda más grande de los municipios del país después de Tijuana BC y que, para conseguir préstamos de los bancos y para que las calificadoras de Fitch o Moodys, les den buenas calificaciones para que los bancos les presten, tienen que comprobar no solo que aumentan impuestos locales sino, sobre todo, que no invierten en otras mayores, que solo se mantengan funcionando “tablas”. Si emprenden una obra mayor, digamos una vialidad, las calificadoras los castigan bajando la calificación como le hicieron una vez a García, solo por poner un alumbrado.

 En el caso de los tarifazos o alzas del precio de los camiones urbanos funciona de la misma manera. El Pulpo camionero (Martinez Chavarría y demás) basan su negocio en los créditos con las financieras y bancos. Nunca compran camiones o aumentan las flotillas con recursos propios. Siempre recurren a las afianzadoras de los bancos para hacer la inversión. Por supuesto, esto significa que el camión y el chofer tendrán que rendir lo necesario para cubrir la ganancia de las familias del pulpo y también los enormes intereses del parásito financiero que son  los bancos.  Por esa razón, muchos de los miembros del pulpo camionero dejaron de comprar nuevas unidades al no autorizarse aumentos en las tarifas y exigen, para hacerlo, un alza súbita de estas. El resultado fue la falta de unidades,  las enormes colas y el retraso de hasta 2 horas en las rutas camioneras.  Ahora, si logran el aumento a 21 o 25 pesos lo utilizaran quizá, como respaldo para contratar préstamos y meter al negocio nuevas unidades.  Sin embargo, por los costos crecientes de refacciones, gasolina etc. ---nunca los sueldos de los choferes que permanecen siempre rezagados—y el propio peso de los intereses de la deuda, en poco tiempo exigirán otro aumento y también el “uso de tarjetas inteligentes” para el pago de los pasajeros, como una forma de darle acceso a la banca a esa montaña de liquides que es la porción del salario de las familias trabajadoras que los bancos saquean.  Desafortunadamente, los activistas contra el tarifazo como la Unión de Usuarios y el regreso de Rocío Montalvo ahora flamante diputada vinculada al gobierno del estado, nunca denuncian al parásito financiero, sólo atacan a funcionarios menores  “al perro pero no al dueño del perro”.