25/Apr/2024
Editoriales

Jesús Reyes Heroles

Pasan los años y la figura de Don Jesús Reyes Heroles sigue siendo reconocida como el mayor ideólogo del PRI hasta la fecha. Hoy que se cumple un año más de su partida, conviene recordarlo en sus distintas facetas, una de ellas como historiador. Nació en Tuxpan Veracruz el 3 de abril de 1921 y falleció a la temprana edad de 63 años. Fue un gran académico, jurista y destacado político.

 Abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México en 1944 y recibido con Mención Honorífica,  realizó estudios de posgrado en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Plata en Argentina, en 1968, fue nombrado Miembro de número, sillón 4 de la Academia Mexicana de la Historia , ingresó con el trabajo “La historia y la acción” (“todos los caminos conducen a la historia y la historia está en la entraña de todo conocer o hacer”), le tocó responder el discurso de ingreso  a  Don Arturo Arnaiz y Freg, en 1969 fue nombrado  Miembro honorario de la Real Academia de la Historia de Madrid. En 1981 le fue otorgado el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Alcalá de Henares.

  Personaje único, trascendió porque sus actividades desarrolladas , todas humanísticas, aún perduran. “Cambiar para conservar, conservar para cambiar” era uno de sus muchos conceptos y frases, algunas muy “silvestres” como “hay dos clases de funcionarios; los que explican y los que resuelven”.

 Comenzó su carrera política en 1944 como asesor en la Secretaría del Trabajo en el gobierno de Manuel Ávila Camacho, también en 1952 fue jefe de estudios económicos de los Ferrocarriles Nacionales de México hasta 1958 con Adolfo Ruiz Cortines.  Con Adolfo López Mateos, fue subdirector técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social. Fue diputado federal en la XLV legislatura de 1961-1964 por el Partido Revolucionario Institucional representando a su estado natal. Con Gustavo Díaz Ordaz, fue Director General de Petróleos Mexicanos (1964-1970), creó el Instituto Mexicano del Petróleo, fue Presidente Nacional del PRI DE 1972 a 1975. Con José López Portillo fue Secretario de Gobernación de 1976 a 1979 y culminó su carrera política como Secretario de Educación Pública de 1982 a 1985 en el periodo de Miguel de la Madrid.

 Terminó siendo lo que siempre fue, un educador, un formador; comenzó como maestro de Teoría General del Estado en la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, de Economía Política en la Escuela Nacional de Comercio y Administración así como en el Instituto Politécnico Nacional  en la Escuela de Comercio y Administración.

 Su obra literaria es extensa, comenzando por la publicación de su tesis “Tendencias actuales del Estado” (1945), “La carta de La Habana (1948) y “El Liberalismo mexicano” (1954) y tres entregas más entre  1957 y 1961. Son sólo por mencionar algunas .

 Era un gran conversador, sacrificaba lo que fuera por una buena plática con alguna persona culta. También tenía un gran sentido del humor, su vida está cargada de finas anécdotas, cuando se enteraba de que algún colaborador andaba de enamorado le decía:”Cuando cabeza chica calienta, cabeza grande no piensa”. Usaba mucho el término “robalear”, cuando alguien no se define en política, y coquetea de un lado y de otro, robalea. Quien eso hace, es un potencial traidor, anda robaleando. También son famosas sus frases “en política, la forma es fondo”,  “en el ejercicio de la política hay que aprender a lavarse las manos con agua sucia”, “lo que resiste , apoya”, “puerta abierta para que se vayan los oportunistas” y “ en política, lo que por el elevador sube, por el elevador baja”, entre muchas otras, además de múltiples anécdotas que dejó para la posteridad.

 La tarde del primero de marzo de 1985 llamó a sus hijos: “necesitamos platicar todos, tenía un cigarro en las manos, su rostro mostraba una tristeza muy profunda. Sin más nos dijo, me voy a morir” (Orfandad, Federico Reyes Heroles . Alfaguara2015).

 Falleció el 19 de marzo de 1985 en Denver Colorado, en 1996 el Fondo de Cultura Económica editó sus obras completas prologadas por la historiadora Eugenia Meyer. En marzo de 2003, Vicente Fox decretó el traslado de sus restos mortales a  la Rotonda de las Personas Ilustres. Su familia declinó el reconocimiento. En su lugar, fue colocado un monumento.

 Fuentes: Javier Garciadiego Dantan. En homenaje a Jesús Reyes Heroles.

 Orfandad.- el padre y el político. Alfaguara 2015.