El llamado Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Gobierno Federal es la deuda total que enfrente el país, tanto el gobierno federal como los estatales y municipales. Esa deuda creció de 1 billón 697 mil millones de pesos (mdp) en diciembre del 2006, cuando se inició el gobierno de Felipe Calderon; hasta 5 billones 222 mil mdp al terminar ese gobierno e iniciarse el de Enrique Peña Nieto, y para finales de marzo de este año ya era de 8 billones 748 mdp y va a terminar el año en 9.2 billones de pesos. Para el servicio de esa deuda se han destinado este año unos 400 mil mdp y en el 2017 se destinaran 568 mil mdp. Esta dinámica es la que va determinando la conducta del gobierno federal.
Tienen que pagar más deuda cada día y esta crece a razón de 2 mil millones de pesos diarios. El pago de intereses no detiene su crecimiento y en el presupuesto del 2007 esos intereses son mayores que el déficit del gobierno y también mucho mayores que el presupuesto de educación, desarrollo social y apoyo a sectores marginados, juntos. Para servir a esa deuda el gobierno aumentó su recaudación del IPES en gasolinas, por ejemplo, en un 35.0% más y por eso la gasolina esta tan cara. Para eso también aumento la recaudación de ISR en un 10.0% así como aumentará a partir del martes las tarifas eléctricas industriales en un 7.2% que en realidad es un 30% anual, es decir en relación al año pasado en noviembre. Igualmente subirá la luz para las familias de "alto consumo", es decir si tiene algunos aparatos eléctricos, en un 17% anualizado. Mientras el gobierno aumenta su recaudación reduce la inversión en obras públicas y en general el llamado "gasto de inversión" y al sistema de salud, por ejemplo, le recortará 6,400 mdp en el 2017, a la vivienda le recortará un 30% de su presupuesto y al de atención a los pueblos indígenas un 51%.
Mientras todo este proceso canibalesco está en marcha, el gobierno lanza, apoyado a los "corruptologos" ( expertos en corrupción) como Buscaglia, Dresser, Aristegui, Aguayo etc., una enorme cortina de humo para distraer a los mexicanos , mismas que se incrementa con la cacería de dos chivos expiatorios Javier Duarte y Guillermo Padres , ex gobernadores de Veracruz y Sonora respectivamente. Estos dos escándalos en particular, le permitirán a Peña Nieto y los corruptólogos encubrir el papel de la banca privada en la quiebra de los gobiernos estatales y municipales, una dinámica de crecimiento de la deuda similar a la del gobierno federal, que le permite a la banca apropiarse de los recursos públicos representados por las Participaciones Federales, como se apodera de los presupuestos de educación , vivienda, salud etc., del gobierno federal, como lo explicamos arriba.