Agosto 12 de 1936: Suspende el gobernador Anacleto Guerrero al alcalde de Monterrey, Heriberto Montemayor, por el motivo de supuestamente haber obrado ‘a la ligera’ deteniendo y enviando a unas trescientas personas al campo militar -que presidía el general Juan Andreu Almazán-, después del conflictivo mitin realizado el 29 de julio anterior frente al Casino Monterrrey, que costó la vida a tres personas y dejó a muchísimos heridos. El problema se generó durante una manifestación obrera encabezada por Tomás Cueva, líder recién electo para la naciente CTM, y varios representantes de empresarios que a su vez iniciaban también un movimiento político de derecha. Los trabajadores exigían desaparecer a: las Guardias Blancas -grupos de choque de la Iniciativa Privada-, y la Ley de Inquilinato. Los representantes empresariales se dolían de que estaban siendo insultados y provocados en el mítin, por lo que cuando a alguien se le ocurrió lanzar un ladrillo en contra de la multitud dio inicio la refriega con el saldo mencionado. El gobernador Guerrero tenía la incómoda responsabilidad de satisfacer a ambas partes del conflicto, tomando la decisión de ‘suspender’ de su cargo al alcalde Montemayor, para dar respuesta a las exigencias públicas de renuncias a la autoridad, controlando la situación que amenzaba con salírsele de las manos, tal como sucedió con el anterior gobernador, general Gregorio Morales. Es obvio que la solución tomada debió tener la aprobación del gobierno de la República que presidía Lázaro Cárdenas del Río, porque el gobernante neoleonés no tenía facultades constitucionales.