22/Dec/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

Diciembre 21 de 1962: muere en Ciudad de México el literato y político lampacense Nemesio García Naranjo. Nacido en Lampazos, el 8 de marzo de 1883, en el hogar del alcalde de esa municipalidad Nemesio García y Juana Naranjo, estudió sus primeras letras en su pueblo natal, y en Encinal, Texas. Se mudó a Monterrey para estudiar en el Colegio Civil y se trasladó a la Ciudad de México, donde se tituló de abogado por la Escuela de Jurisprudencia. Crítico del general Bernardo Reyes, fue electo diputado en las postrimerías de la dictadura de Porfirio Díaz y cuando ascendió Madero a la presidencia, se integró al equipo de abogados llamado coloquialmente “El cuadrilátero” con sus colegas Francisco de Olaguíbel, José María Lozano y Querido Moheno. Tras el golpe de estado perpetrado por Victoriano Huerta, asumió la titularidad de la Secretaría de Instrucción Pública, y por ende, cuando cayó Huerta en 1914 renunció y fue desterrado yéndose a vivir a San Antonio, Texas. Su postura fue anti revolucionaria, pues la revolución derrocó a Huerta y él siempre criticó a Carranza, sobre todo cuando en San Antonio fundó la Revista Mexicana. Regresó a México en 1923, y en sólo tres años volvió a desterrarse, pero en esta ocasión regresó un año después. Su carrera periodística alcanzó su más alto nivel a partir de entonces, publicando en el periódico El Demócrata Fronterizo, de Nuevo Laredo; y por largos años publicaba en periódicos de la capital mexicana, Buenos Aires Argentina; La Habana, Cuba; Caracas, Venezuela; Madrid, España, y otras naciones, alcanzando un alto nivel de reconocimiento por su estilo académico de escribir. En Monterrey participaba como editorialista en El Porvenir. También se distinguió en la cátedra, al educar en la Escuela Nacional Preparatoria, y en el Colegio Militar. Su obra escrita es de muy buena calidad, destacando: El aroma viril, novela de 1925; El quinto evangelio de 1929; Porfirio Díaz, en 1930; Simón Bolívar, en 1931; En los nidos de antaño, en 1951; Bajo el signo de Hidalgo, en 1953; El vendedor de muñecas, en 1956, comedia llevada al cine; y Memorias, en 10 volúmenes, publicada entre los años 1956 y 1963. Durante su época de madurez tuvo importante presencia en los actos políticos y culturales de Nuevo León, donde era respetado como lo que era: un intelectual de talla nacional.