El Presidente Obama envió el viernes por la tarde a última hora una carta al Senado de Estados Unidos donde anuncia su veto a la Ley Contra los Patrocinadores del Terrorismo (JASTA, por sus siglas en inglés). La carta está compuesta con mentiras sobre mentiras para promoverse a sí mismo, de tal modo que la misma puede desatar una anulación unánime de su veto en ambas cámaras. El representante republicano de Carolina del Sur, Walter Jones, emitió una breve declaración de inmediato donde expresa su indignación por la actuación de Obama, y las familias del 11-S también emitieron una declaración inmediata para denunciar a Obama.
La denuncia de las familias señala lo siguiente:
"Estamos indignados y consternados ante el veto del Presidente a la ley JASTA y ante los motivos tan insostenibles como poco convincentes que ofrece como explicación. No importa que tanto alegue en contrario la maquinaria saudí de cabildeo y propaganda, la ley JASTA es un estatuto redactado de manera muy limitada que recurre a principios judiciales de larga data que han gozado del apoyo bipartidista por décadas. La ley disuadirá al terrorismo y hará responsable a las naciones que lo apoyen y lo financien.
"Nos sentimos profundamente agradecidos por al apoyo unánime bipartidista que tiene la ley JASTA en el Congreso, y esperamos que el Senado y la Cámara de Representantes cumplan sus compromisos para anular este veto rápidamente.
"Más adelante daremos mayores detalles, en próximos comunicados, sobre las muchas deficiencias que tiene la explicación que da el Presidente". Las Familias y Sobrevivientes del 11-S por la Justicia Contra el Terrorismo.
La carta que Obama envió al Senado es repugnante, empapada de falsa simpatía para las familias y sobrevivientes, al mismo tiempo que sale con las excusas más fraudulentas para defender a los saudíes para que no enfrenten los tribunales en Estados Unidos. Los siguientes son apartes de esa carta:
"Tengo profunda simpatía por las familias de las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 (11-S), que han sufrido gravemente. Tengo también un profundo aprecio por el deseo de estas familias de buscar la justicia y estoy comprometido firmemente a ayudarlas en sus esfuerzos.
"En congruencia con este compromiso, durante los últimos ocho años he ordenado a mi gobierno que persiga a al-Qa'ida, el grupo terrorista que planificó los ataques del 11-S. Los esfuerzos heroicos de nuestras fuerzas armadas y de los expertos en el contraterrorismo han diezmado al liderato de al-Qa'ida y mataron a Osama bin Laden. Mi gobierno también apoyo firmemente y promulgue leyes que garantizan que quienes hayan respondido valientemente ese día terrible y otros sobrevivientes a los ataques, puedan recibir un tratamiento por cualquier herida resultante de esos ataques. Y mi gobierno también ordenó a la comunidad de inteligencia que realice una revisión desclasificada de la 'Parte Cuatro de la Investigación Conjunta del Congreso sobre las actividades de la Comunidad de Inteligencia antes y después de los ataques terroristas del 11 de septiembre', a fin de que las familias de las víctimas del 11-S y un público más amplio puedan entender mejor la información que recabaron los investigadores después de ese día sombrío de nuestra historia.
"No obstante estos esfuerzos significativos, reconozco que no hay nada que pueda borrar la aflicción que han soportado las familias del 11-S. Mi gobierno por tanto se mantiene resuelto en su compromiso para ayudar a estas familias en su búsqueda de la justicia y haremos todo lo que podamos para impedir otro ataque en Estados Unidos. Sin embargo, promulgar la ley JASTA ni protegería a los estadounidenses de los ataques terroristas ni mejoraría la eficacia de nuestra respuesta a tales ataques. Tal como está redactada, la ley JASTA permitiría que entidades privadas iniciaran litigios en contra de gobiernos extranjeros en los tribunales de Estados Unidos, con base a imputaciones de que las acciones en el exterior de tales gobiernos extranjeros los hace responsables de perjuicios relacionas al terrorismo en suelo estadounidense. Esta legislación permitiría el litigio en contra de países que no han sido designados por la rama ejecutiva como Estado patrocinador del terrorismo ni que hayan tomado acciones directas en Estados Unidos para llevar a cabo un ataque aquí. La ley JASTA sería perjudicial a los intereses nacionales de Estados Unidos de manera más amplia, motivo por lo cual la devuelvo sin mi aprobación.
"Primero, la ley JASTA amenaza con reducir la eficiencia de nuestra respuesta a indicios de que un gobierno extranjero haya dado pasos fuera de nuestras fronteras para ofrecer apoyo al terrorismo, quitando tales asuntos de las manos de los expertos en la seguridad nacional y de la política exterior y los coloca en las manos de litigantes privados y de los tribunales.