14/May/2024
Editoriales

La Invasión Norteamericana. El Imperio Mexicano; Los gobiernos de: Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero y Anastasio Bustamante.  Segunda parte

 

En la primera parte vimos los antecedentes coloniales de la Nueva España y el peligro que representaban los Estados Unidos desde que dejaron de ser Colonias Inglesas en América. También las advertencias acerca de que el descuido de la región nórdica podría terminar en la pérdida de esos territorios, y cómo el pusilánime de Fernando VII regaló La Florida a los norteamericanos.   

 

Sin entrar en detalles, ahora estudiaremos los sucedidos desde que México se independizó de España convirtiéndose en el Imperio Mexicano y después en una Federación, durante los gobiernos de Victoria, Guerrero y Bustamante. Comenzaremos con el efímero periodo que empieza el año de la independencia 1821 hasta 1832, tiempo que corresponde al inicio del ‘enamoramiento popular’ que terminó en el absoluto dominio político del inefable Antonio López de Santa Anna. 

 

El Imperio de Agustín I

 

El 27 de septiembre de 1821 nació un nuevo país de futuro promisorio. Su territorio iba desde las heladas tierras de Nutka -Vancouver, Canadá- hasta la tropical Costa Rica, y del Océano Pacífico al Atlántico. Sin embargo, mientras se establecían repúblicas en las ex colonias francesas, españolas y británicas, en México se estableció una monarquía, esperando que la Ex Metrópoli enviara un rey que la gobernara. 

  

El Imperio Mexicano aparecía lleno de esperanzas y fantásticos sueños, pero pronto se supo que la herencia de España necesitaba refrendarse con acciones propias, pues nunca llegó el rey español que se esperaba. La nueva realidad se presentó cuando Filipinas ya no aceptó comerciar con México porque siguió unida a la Madre Patria que no aceptaba la Independencia nacional. Y luego hubo de entenderse que el mundo respetaba -el respeto es una clase de temor- a la Armada Española, pero no a unas cuantas fragatas viejas con la nueva bandera mexicana. 

 

Ciertamente Iturbide realizó algunas acciones memorables, pero realmente trató de construir una nobleza mexicana más que edificar un imperio. Y fue precisamente durante el Imperio Mexicano cuando Estados Unidos dio los primeros pasos para  preparar la Invasión futura. 

 

La llegada de Austin y las 300 familias sajonas a Texas

Apenas se había conseguido la independencia cuando entraron a Texas 300 familias sajonas dirigidas por Esteban Austin, amparadas por un permiso otorgado por el virrey Venegas. El gobierno mexicano tuvo que respetar el permiso otorgado por España, y así Austin se asentó en el Río Brazos, en una población llamada Brazoria. 

 

La primera invasión fallida

En octubre de 1821 apareció en Bahía del Espíritu Santo, Texas, una expedición armada liderada por un tal ‘general Long’. Este tipo llegó vía marítima en una fragata sin bandera pero llena de sajones, y tomó la pequeña población de Playa Magnolia, aunque la rápida reacción del gobernador coronel Ignacio Pérez lo tomó de sorpresa con un violento y victorioso ataque de México. 

 

Los mexicanos capturaron a 50 prisioneros, entre ellos al mentado James Long, y pese a que se le decomisaron armas, pertrechos de guerra y dos buques, ellos nunca aceptaron ser invasores, declarándose con cinismo ‘comerciantes’. 

 

Long alegaba que ‘venía a apoyar la independencia de México’, pero esa ya estaba consumada, así que semejante explicación no convenció al comandante de las Provincias Internas de Oriente, Gaspar López quien, sin embargo, no trató a Long como prisionero vencido, sino que lo envió a la Ciudad de México, donde estuvo en arresto domiciliario en casa de unos estadounidenses. 

 

En 1822 sin explicación alguna, Long trató de ingresar por la fuerza al antiguo edificio de la Inquisición, que entonces era cárcel de la Federación, donde estaban presos sus cómplices, y uno de los guardias de la prisión lo mató en la puerta del edificio. 

 

La caída de Iturbide y del Imperio Mexicano

Finó el Imperio Mexicano, y una revuelta republicana impuso en el poder a un triunvirato formado por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, Pedro Celestino Negrete, y sus suplentes José Mariano Michelena, Miguel Domínguez “el Corregidor” y Vicente Guerrero. Luego siguió una República Federal muy inestable. De 1823 a 1824 se organizó la Federación, y en la primera elección presidencial se eligió a Guadalupe Victoria. 

 

Guadalupe Victoria (10 de octubre de 1824 a 31 de marzo de 1829)

 

El periodo gubernamental del presidente Victoria tuvo varias características. Desde luego, la principal es haber sido el primer Presidente Constitucional, y que terminó su periodo de 1824 a 1828, pues como pronto veremos fue excepcional. Sin embargo, también fue notoria su buena voluntad e ingenuidad, pues tratando de darle gusto a todos, con todos quedó mal. 

 

Fue tan amplia la libertad de imprenta que los periódicos se convirtieron en órganos de difusión ideológica y de ‘grilla política’ publicando rumores que dividieron a la población. Igual permitió al ministro plenipotenciario norteamericano Joel Robert Poinsett, crear una logia masónica -algo similar a un partido político clandestino- que separó y enfrentó a los mexicanos los siguientes 50 años. 

 

Abro paréntesis para comentar que antes de la llegada de Poinsett, los republicanos estaban organizados en una logia masónica -de rito escocés- para enfrentarse a los monárquicos. Pero el tal Poinsett aprovechó la inocuidad del presidente Victoria para formar otra logia, ahora de rito yorkino, que agremiaba también a republicanos. El líder de los yorkinos en 1827 era Vicente Guerrero, y de los escoceses, Nicolás Bravo.

 

Ambos eran respetados ex insurgentes, lo que dividía a la población. Para finales de ese año 1827, Bravo dirigía la revolución Plan Rincón contra el gobierno de Victoria, y Guerrero lo combatía en nombre de Guadalupe Victoria. Por su parte, López de Santa Anna jamás aceptó ser parte de ninguna logia, pero Lucas Alamán asegura que Santa Anna le mostró a él -a Lucas- una placa que le reconocía su calidad de ‘Grand Maestre’ de los escoceses. Cierro paréntesis tras señalar cómo el perverso plan de Poinsett tuvo éxito al dividir a los militares mexicanos.    

 

La crisis económica flagelaba al país en tiempos de la presidencia de Victoria

Las difíciles condiciones políticas internacionales y el costo de mantener a los dos ejércitos que pactaron la paz en 1821, parieron una gran crisis económica, por lo que al gobierno le urgía hacer productivos los territorios vacíos. El caso más ilustrativo es el de Texas, que estaba prácticamente despoblado. Y el Congreso de la Unión -1824 a 1825- violando la soberanía del Estado de Coahuila y Texas, dictó una extraña ‘Ley de Colonización de Texas’ que vendía ‘participaciones’ que se sorteaban para la adjudicación de predios rurales en Texas. 

 

Pocos mexicanos pudieron participar, mientras cientos de sajones sí lo hicieron y, desde luego, en la ‘lotería’ resultaban ganadores siempre los sajones. La ingenuidad de Victoria se evidenció al creer que era en serio que los colonos de Brazoria y los de la ‘lotería’ respetarían su juramento de lealtad a México, sus leyes y autoridades, y ser fieles al catolicismo. 

 

Desde el principio, los colonos sajones de Texas comerciaban ilegalmente con Estados Unidos armas, caballos, harina, textiles y ganado, violentando las leyes mexicanas. El gobernador de Coahuila y Texas, Rafael González, con agentes del comandante general de Oriente, Anastasio Bustamante, trató de frenar el contrabando, pero no pudo y sí molestó a los vecinos sajones de Fredonia. 

 

Los pretextos de los sajones de Texas para escindirse de México

Además, durante los festejos del 15 de septiembre de 1825, el presidente Victoria declaró abolida la esclavitud en la República. Era un acto lucidor, pero realmente no llegaban a dos mil esclavos que quedaban de la Nueva España, y muchos eran tratados como miembros de la familia y otros ganaban sueldo que les pagaban sus amos. Sin embargo los colonos de Brazoria y otros sajones habían introducido a Texas más de 3 mil esclavos y se molestaron por que ‘el gobierno mexicano trataba de liberarlos’.  

 

Estos colonos sajones de Texas y algunos comanches ‘molestos’ por la prohibición del contrabando y la esclavitud, declararon el 21 de diciembre de 1826 la Independencia de la ‘República de Fredonia dentro del territorio Texano. Su líder era un tipo llamado Edwards, y el presidente Victoria titubeó. Pero Anastacio Bustamante, comandante de las Provincias Internas de Oriente, partió con algunos hombres de Monterrey a Fredonia. Con cien lanceros (caballería) de Nuevo León, Tamaulipas y Texas, más un grupo de Cheroquis, venció rápidamente a los fredonios, que huyeron a Estados Unidos. Bustamante fue quien regresó todo a la normalidad.  

 

La esclavitud divide al estado de Coahuila y Texas

En 1827 se promulgó la Constitución del Estado Libre y Soberano de Coahuila y Texas. Sin embargo, dos artículos de esta Constitución fueron piedra de tropiezo en la relación entre México y los colonos sajones en Texas. Uno de ellos, el artículo 9º dice: 

 

“La religión católica apostólica romana, es la del Estado. Este la protege por leyes sabias y justas y prohíbe el ejercicio de cualquier otra” 

 

Los sajones no la aceptaban porque la mayoría de ellos era protestante. Y el otro artículo incómodo era el número 13:  

 

En el estado nadie nace esclavo desde que se publique esta constitución en la cabecera de cada partido, y después de seis meses, tampoco se permite su introducción bajo ningún pretexto 

 

El texto de la Constitución local era más suave con los esclavistas que las normas federales: no liberaba a los esclavos, pero si a sus hijos; y tenían la posibilidad de importar esclavos durante seis meses. En la parte llamada Coahuila había menos de 100 esclavos, en el distrito de Saltillo había 51 esclavos; mientras que en la parte llamada Texas había unos tres mil esclavos. 

 

Ante la impugnación de los texanos, se endureció el Congreso

Los colonos iniciaron procesos jurídicos para impugnar ambos artículos, pero la respuesta del Congreso fue dictar una ley para que el gobierno federal tomara control de la frontera mediante la Ley de Facultades concedidas al Gobierno para contener los desórdenes de Texas. 

 

Febrero  23 de 1827 

1. Se faculta al gobierno para que, durante los desórdenes de Tejas, pueda usar dentro del círculo que forman los Estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y territorio de Nuevo México, de la milicia local de los mismos, hasta en número de cuatro mil hombres. 

 

2. El gobierno podrá disponer hasta de la cantidad de quinientos mil pesos en objetos extraordinarios para conservar la integridad de la República en las fronteras del Norte, y gratificaciones de las tribus de indios. 

 

3. Se faculta igualmente al gobierno, á fin de que, para la subsistencia de las tropas de aquella demarcación, haga por su cuenta la introducción de víveres y harinas, por los puertos de Galveston, Bahía del Espíritu Santo y la Barca. 

 

José María Tornel, vicepresidente de la cámara de representantes.-Juan de Dios Rodríguez, presidente del senado.-Vicente Güido de Güido, diputado secretario.-José Antonio Quintero, senador secretario. 

 

México, 23 de Febrero de 1827.-A. D. Manuel Rincon.” 

 

Se fija la frontera entre México y Estados Unidos

Manuel Mier y Terán, nuevo comandante general de las provincias Internas de Oriente, recorrió en 1827 junto con una misión científica la frontera norte de México; a raíz de esa expedición se fijó la frontera entrambos países en el Río Sabinas, mucho más al norte de lo que hoy es Houston Texas. 

 

Se suscribió el ‘Tratado de Límites entre los Estados Unidos de América y los Estados Unidos Mexicanos de 1829’. Y su firma consiguió que el gobierno mexicano bajara la guardia, ilusionado con la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos cumpliría cabalmente su palabra. 

 

Termina el gobierno de Victoria, y comienza el caos

Pero llegó el momento de elegir al sucesor de Guadalupe Victoria. Como las elecciones eran indirectas se iniciaron al nivel municipal en diciembre de 1828, y el Congreso terminó de dictaminar en enero de 1829. Sólo que al conocerse los resultados de la elección presidencial todo se volvió caótico pues resultó ganador el moderado Manuel Gómez Pedraza; como vicepresidente ganó el radical -del partido o logia de Poinsett- Vicente Guerrero, y en tercer lugar el conservador Anastasio Bustamante. 

 

Ante estos inadvertidos resultados electorales, la gente de Guerrero organizó una revuelta popular que espantó al electo Gómez Pedraza, y huyó. Pero el Congreso, en vez de nombrar un interino que llamara a una nueva elección, amedrentado también por los disturbios callejeros, declaró presidente de la República a Guerrero, y vicepresidente a Bustamante. Este grave error propició que el resto del siglo XIX se perdiera en luchas internas por el poder, que debilitaron las fuerzas militares, siendo el elemento clave para que la posterior invasión extranjera prosperara.  

 

VICENTE GUERRERO (1 de abril de 1829-17 de diciembre de 1829)

 

Agotado el proceso electoral, el 31 de marzo de 1829 Guadalupe Victoria entregó el poder a Guerrero. Victoria (1824-1829) en medio siglo fue el único presidente que gobernó todo su periodo, hasta Juárez en el periodo 1864-1868. Fue un presidente honesto que intentó zanjar las diferencias entre los mexicanos; superó dos revueltas: la del Padre Arenas y la llamada de Rincón. Luego fue diplomático, gobernador de Puebla y senador. Se asegura que Victoria murió de tristeza al ver en ruinas al país en el año de 1843. 

 

Por su parte, el presidente Vicente Guerrero inició un proyecto liberal pero pronto fue derrocado. Como tenía particular simpatía por Poinsett, éste llegó a ofrecerle cínicamente cinco millones de pesos por el territorio de Texas que, desde luego, el patriota Guerrero rechazó la oferta. Se dice que Poinsett ya había tratado de ofrecerle ese mismo trato a Iturbide, pero como éste lo repudiaba, evitaba estar a solas con él, y jamás pudo hacerle la propuesta. 

 

Uno de los grandes y pocos actos que realizó Vicente Guerrero en su corta presidencia fue declarar la absoluta abolición de la esclavitud, eliminando las normas  coahuiltexanas que permitían la esclavitud por una vida: 

 

Decreto del gobierno en uso de facultades extraordinarias. Abolición de la esclavitud en la República. 

 

Setiembre 15 de 1829 

1. Queda abolida la exclavitud en la República. 

2. Son por consiguiente libres los que hasta hoy se habian considerado como esclavos. 

3. Cuando las circunstancias del erario lo permitan, se indemnizará á los propietarios de esclavos, en los términos que dispusieren las leyes 

 

Pese a que el Artículo 3º no hablaba de una indemnización inmediata, los texanos sajones esclavistas inmediatamente enviaron sus exigencias de indemnización, y como el gobierno alegó insolvencia, los tejanos endurecieron su trato a los esclavos. 

 

El vicepresidente Bustamante se alzó contra el presidente Guerrero. Los militares ya estaban divididos entre liberales y conservadores, al grado que podríamos decir que había un ejército nacional para cada grupo. 

 

Guerrero salió a combatir a Bustamante, dejando como presidente a José María Bocanegra, quien apenas gobernó del 17 al 23 de diciembre de 1829, siendo derrocado por un triunvirato integrado por Pedro Vélez, Luis Quintanar y Lucas Alamán, que gobernó del 23 al 31 de diciembre de 1829, y entregó el poder a Bustamante. 

 

Anastasio Bustamante (1° de enero de 1830- 13 de agosto de 1832)

 

Bustamante removió de su cargo a todos los que eran sus enemigos y a los liberales que gobernaban; a eso se debe que su gobierno sea llamado el Centralismo de facto. 

 

Tema relevante del periodo de Bustamante fue que el 5 de Abril de 1831 se firmó el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, con artículo adicional, entre México y Estados-Unidos’. Este tratado comercial, el primero suscrito entrambas naciones, dejó en desventaja a México, pues frente a los grandes buques mercantes norteamericanos, los viejos barcos de vela mexicanos no competían. Además los textiles industrializados norteamericanos eran de mayor calidad y menor precio que los mexicanos artesanales y en cuanto al trigo y otros productos agrícolas sucedía lo mismo, porque entre sus trabajadores había esclavos y por tanto sus productos eran más baratos que los mexicanos. 

 

El artículo primero del Tratado Comercial daba una clase de demagogia somnífera a México: 

 

“Habrá una firme, inviolable y universal paz y una sincera y verdadera amistad entre los Estados-Unidos Mexicanos y los Estados- Unidos de América en toda la extensión de sus posesiones y territorios, y entre sus pueblos y ciudadanos, respectivamente, sin distinción de personas o lugares” 

 

En la praxis, había colonos sajones que tenían toda su fortuna en esclavos, pues las cosechas de algodón con esclavos eran más productivas que los sembradíos familiares de los texanos de origen mexicano, así que pagamos el precio de la libertad. 

 

El siguiente golpe contra la estabilidad nacional la dio el veracruzano Antonio López de Santa Anna, quien protagonizó una revuelta para derrocar a Bustamante. El fin aparente era reponer al presidente originalmente electo Gómez Pedraza. Al caer Bustamante, Melchor Múzquiz gobernó del 13 de agosto al 24 de diciembre de 1832, y entregó el poder a Manuel Gómez Pedraza, quien terminó el periodo gobernando del 24 de diciembre de 1832 al 31 de marzo de 1833. 

 

Sin embargo, Santa Anna ganó prestigio, pues supuestamente tutelaba el orden y la estabilidad política nacionales, colocándose como el mejor candidato para las elecciones de 1831 – 1832, que era su objetivo….

Continuará. 

 

FUENTES: 

"Handbook of Texas Online: PÉREZ, JUAN IGNACIO". Handbook of Texas Online. Retrieved August 12, 2020. 

Breve reseña histórica de los acontecimientos más notables de la nación mexicana, desde el año de 1821 hasta nuestros días/ por José María Tornel y Mendivil. 

Secretaría de Relaciones Exteriores. Archivo General. Año de 1828. Exp. H/554 (73 "828"). 

Dublán Manuel y José María Lozano. Legislación mexicana ó colección completa de las disposiciones legislativas expendidas desde la Independencia de la República. México. Imprenta del Comercio a cargo de Dublán y Lozano, hijos, 1876-1912.