22/Nov/2024
Editoriales

DEFINE PUTIN NUEVA ESTRATEGIA MILITAR RUSA

El último dí­a del año, el Presidente de Rusia Vladimir Putin firmó la aprobación de un decreto sobre la nueva estrategia de seguridad nacional de Rusia, con el cual se sustituye la de 2009. Hasta ahora solo se conocen algunos apartados del documento en idioma distinto al ruso que se han publicado en las agencias informativas rusas Tass o Sputnik.

Según el informe más amplio de Tass, el documento busca la cooperación con Estados Unidos y la OTAN, pero al mismo tiempo reconoce que la conducta actual de Estados Unidos y de la OTAN constituye una amenaza de seguridad para Rusia. El interés nacional a largo plazo está en "consolidar la posición de la Federación Rusa como una de las potencias mundiales prominentes, cuya acción está encaminada a garantizar la estabilidad estratégica y la asociación mutuamente provechosa en el contexto de un mundo multipolar", señala el documento. En cuanto a las prioridades nacionales, el documento destaca el fortalecimiento las defensas del paí­s; la protección de su sistema constitucional, soberaní­a e integridad territorial; el fortalecimiento del consenso nacional y elevar la calidad de la vida.

El documento señala que la fuerza militar se utiliza solo cuando los enfoques no violentos resultan ineficaces. "La disuasión estratégica y la prevención del conflicto militar se logra mediante la preservación del potencial de disuasión estratégico en un nivel suficiente, y mediante la garantí­a de un nivel especí­fico de preparación para el combate en las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, de otras fuerzas y formaciones militares", señala el documento.

"El fortalecimiento de Rusia se da en el contexto de nuevas amenazas a la seguridad nacional que son de naturaleza compleja e interdependiente. La polí­tica interior y exterior de la Federación Rusa está causando acciones en contra por parte de Estados Unidos y de sus aliados, quienes buscan preservar su dominio en asuntos globales", agrega el mismo.

No obstante, "la Federación Rusa está a favor de fortalecer la cooperación mutuamente provechosa con los paí­ses europeos y con Estados Unidos, y a favor de armonizar los proyectos de integración en Europa y en el espacio post-soviético, para formar un sistema de seguridad colectiva abierto en base en un tratado y marco legal claro que cubra la región euro-atlántica", subraya el documento. "La Federación Rusa está interesada en construir una asociación plena con Estados Unidos de América sobre la base del interés común, incluso el económico, con la vista puesta en la influencia decisiva de las relaciones ruso-estadounidenses sobre la situación internacional en su conjunto".

Sin embargo, agrega que "la expansión la fuerza potencial de la OTAN y dotarla de funciones globales que se ejecutan en violación a las normas del derecho internacional, la activación de los bloques militares, su continua expansión, el acercamiento de su infraestructura militar hacia las fronteras rusas, todo ello crea una amenaza a la seguridad nacional". No obstante, "la Federación Rusa está lista para desarrollar su relación con la OTAN sobre la base de la igualdad, a fin de fortalecer la seguridad general en la región euro-atlántica". La nueva estrategia expresa que el factor determinante en la relación con la OTAN "es la inaceptabilidad para Rusia de la creciente actividad militar de la alianza y el acercamiento de su infraestructura militar a las fronteras de Rusia".

Además de la OTAN, la nueva estrategia de seguridad nacional rusa señala que la otra amenaza importante a la seguridad de Rusia es la polí­tica de las "revoluciones de color". Las amenazas más importantes a la seguridad del Estado y de la sociedad rusa son "las actividades de organizaciones y grupos asociados radicales que utilizan ideologí­as nacionalistas y religiosas extremistas, de ONGs extranjeras e internacionales y de organizaciones financieras y económicas, así­ como de individuos privados, encaminadas a socavar la unidad y la integridad territorial de la Federación Rusa, a desestabilizar la situación polí­tica y social dentro del paí­s, mediante el estí­mulo de 'revoluciones de color' y la destrucción de los valores espirituales y morales tradicionales rusos... La práctica de derrocar regí­menes polí­ticos legí­timos, de provocar inestabilidad y conflicto interno, se está haciendo más generalizada".