11/May/2024
Editoriales

¿Qué crees que pasó?

 

Noviembre 18 de 1824: se decreta en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo que la Ciudad de México sea la residencia de los supremos poderes de la Federación. El 31 de octubre de 1822 se había formado el Congreso Nacional Constituyente, que nombrara encargado del Poder Ejecutivo al triunvirato integrado por Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria y Pedro C. Negrete. Desde el 31 de enero de 1824, se había disuelto el Primer Imperio mexicano, ratificándose la creación de la Federación Mexicana. Sin embargo, era indispensable ubicar física y oficialmente el sitio en donde residirían los poderes nacionales, y el decreto que hoy recordamos lo determina: el lugar de residencia de los poderes será la Ciudad de México, un área comprendida dentro de un círculo cuyo radio era de dos leguas, medido desde el centro de la plaza mayor (Zócalo). Esta decisión debería ser delimitada y expresada en el terreno por dos peritos topógrafos, uno enviado por el Estado de México (esos territorios le pertenecían) y otro de la propia ciudad Capital.

Así se hizo y, a partir de ese momento, La Ciudad de México ha sido escenario y objetivo de las más emotivas festividades y eventos cívicos, pero también de las manifestaciones de protesta, golpes de estado, revoluciones y problemas políticos  en el país. No es casual que las dos arteras invasiones extranjeras que hemos sufrido, se hayan enderezado a tomar la Capital, pues ello significaba que el país estaría en las manos de los usurpadores. La Ciudad de México fue llamada Distrito Federal, hasta que un Decreto reciente le devolvió el señorío de llamarse Ciudad de México. Sea como se llamare, su papel ha sido y es determinante para la vida de todos los mexicanos, que tenemos en la Ciudad de México: identidad, casa, oficina, historia nacional, destino turístico natural, y el asiento de los poderes gubernamentales. Además, millones de turistas del mundo la visitan para degustar sus bellezas, su gastronomía, y en general su cultura ,que es el resumen de todas las culturas regionales del país. Somos afortunados de tener una Ciudad Capital de semejante potestad y garbo; larga vida a la Ciudad de México.