Un informe de 83 páginas dado a conocer hoy por la Oficina del Inspector General (OIG) del departamento de Estado le asesta un duro golpe a Clinton por usar su correo electrónico personal mientras era Secretaria de Estado, por no entregar todos los correos al gobierno cuando se lo exigieron tanto el Congreso como la burocracia gubernamental y por negarse ella y miembros de su equipo a cooperar con la OIG que quiso entrevistarlos sobre prácticas de seguridad.
De nuevo, todavía no sale a relucir la "pistola humeante" pero hay en especial dos secciones que piden a gritos una investigación más exhaustiva, la cual, como es bien sabido, todavía están realizando el departamento de Justicia y el FBI. Por ejemplo, dice el informe, tanto el Departamento de Estado como la OIG han determinado que en los primeros dos meses de la gestión de Clinton, no hubo correos electrónicos de su cuenta privada al Departamento de Estado. También, el informe dice que dos miembros del equipo le plantearon por separado el problema a los asesores del más alto nivel de Clinton, de que no estaban permitidas las cuentas electrónicas personales. A estos miembros del equipo les dijeron que Clinton había recibido autorización para la cuenta y a uno de ellos se le dijo que no debía volver a mencionar el tema nunca más.
No hubo tal autorización; el informe dice que no existen evidencias de que las oficinas pertinentes del Departamento de Estado hayan solicitado la luz verde para hacerlo. Y aunque la hubiera solicitado, ésta no se hubiera otorgado, dice el informe de la OIG.
El informe que fue subido hoy por el Departamento de Estado es el cuarto de una serie que empezó con el escándalo en torno al uso de un servidor de correos electrónico privado que tenía Hillary Clinton cuando era Secretaria de Estado. De los cinco secretarios de Estado a los que la OIG le pidió una entrevista (Colin Powell, Condoleeza Rice, Madelaine Albright, John Kerry y Clinton), solo Clinton se negó a ser entrevistada. Y aunque el informe encontró que otros secretarios han utilizado también cuentas de correos electrónicos privadas, ninguno de ellos de una manera tan extensa como Clinton, ni tampoco ninguno de ellos parece haber insistido en que tenían autorización legal como lo hizo Clinton y algunos de sus asesores. El Washington Post, Politico, CNN, New York Times etc. todos destacan los aspectos más incriminatorios del informe .
Un comentario en el Observer, una publicación con sede en Nueva York, es uno entre muchos que están hablando de que hay sangre en el agua y los tiburones ya nadan en círculos.
"El informe de la OIG del departamento de Estado documenta claramente una violación aparente a la ley" escribe el Observer. Quizá el Departamento de Justicia del gobierno de Obama está esperando que el FBI complete su investigación antes de presentar cargos. Si el FBI concluye que tiene evidencias de la comisión de un crimen, el Departamento de Justicia tiene que proceder. Si no lo hace, el Congreso tiene que nombrar un fiscal especial".