Siendo realistas podríamos decir que estas son las opciones que nos quedan: A) La peor sería darle paso a la demagogia autoritaria de AMLO, porque ese tipo de cánceres socio-políticos, una vez llegados al poder, se vuelven muy difíciles de desarraigar; B) La segunda más mala sería refrendar el continuismo corrupto y clientelar del PRI, pues sería como refocilarnos en nuestras más dolorosas lacras; C) La que parece menos mala es la del Frente PAN, PRD y MC, y aún esa peca de una seria degeneración de sus dos Partidos principales; Podríamos agregar una cuarta D) que sería votar por candidatos independientes, de los cuales, si quitamos a “El Bronco”, traidor al electorado nuevoleonés que creyó en él y ahora sumido en una abyecta campaña pagada por el PRI y a aquellos que no tienen posibilidad alguna de ganar, sólo nos quedaría la Zavala, probablemente bajo el control del Ex –Presidente Calderón y dañando al Partido al que perteneció.
¿Qué tan seria es la degeneración del PAN? Dice Jesús Silva-Herzog Márquez: “Nada queda de ese Partido abierto al debate, celoso de sus procedimientos y apegado a sus reglas” y agrega que “…la candidatura de Ricardo Anaya le ha salido terriblemente costosa…”. Refiriéndose también al candidato Ricardo Anaya, Denise Dresser se pregunta “¿Es el “joven maravilla” realmente quien ostenta ser?¿… con las agallas para trastocar el régimen prianista?¿…con la audacia para romper el pacto de impunidad?¿…capaz de ser líder audaz de un Frente que se enfrente y no sólo simule hacerlo? A veces parece ser Corazón de León y a veces de Ratón.” También le achaca el nombramiento en la lista plurinominal del Senado a Josefina Vázquez Mota y el silencio sepulcral que les hizo guardar a los gobernadores panistas ante el chantaje gubernamental a Javier Corral.
Así que, como podemos ver, poco nos queda de la menos mala de las opciones, nada de las dos pésimas y nulas esperanzas de los independientes: Entonces ¿Qué debemos hacer? Creo yo que hacer ganar a esa menos mala, pero en el entendido que habrá ganado con el apoyo “negociado” con el PRI y que llegará con un cierto acuerdo de “tapadera”, lo cual quizás también la inhiba, hasta cierto punto, de tatar de desmantelar el “sistema clientelar” del PRI, basado en los tres grandes sindicatos “nacionales” de PEMEX, CFE y la Enseñanza Pública. Entonces ¿Por qué elegirla? Porque creo que la ciudadanía organizada puede forzar al nuevo régimen a ser más león que ratón, sobre todo si mantenemos, agrandamos y fortalecemos los tres avances democráticos que ya hemos logrado: 1°.- El control ciudadano de la organización y supervisión de las elecciones; 2°.- La libertad de expresión y manifestación, para quienes no se dejen comprar ni amenazar; y 3°.- La relativa independencia del Poder Público por funciones y niveles, para lo cual será necesario que los partidos se reformen sobre bases éticas.
No hay que menospreciar lo que ya ha hecho la ciudadanía: Avanzar en ciertos aspectos de la democratización, como los ya mencionados; Lograr la Alternancia del Ejecutivo Federal; y castigar con la opinión crítica los malos acto de gobierno, todo lo cual mantiene en efervescencia los accesos al poder. Lo que nos falta es mirar de frente nuestra problemática con la democratización y lograr dos avances muy puntuales y necesarios que ni siquiera se han planteado ante el gran público: El primero es el de proponer y hacer adoptar la valoración del voto según niveles de pago de impuestos y nivel de escolaridad, lo cual evitaría en gran medida la “compra” del voto clientelar; Y, el segundo, es la eliminación de las anticonstitucionales cláusulas de inclusión y de exclusión de los contratos colectivos de trabajo de los sindicatos “nacionales”, las cuales les ha permitido usurpar un poder político que, por ejemplo en Pemex, se convierte en robos de combustible al por mayor e ineficiencia “garantizada” en todas sus actividades industriales.
Así que, resumiendo: Hacer ganar a la opción menos mala y luego presionarla para que sea león y no ratón.
Atte.- JVG.- 21-02-18.